19 de julio de 2024.-Esto lo convierte en el desertor de mayor rango entre los miles que se han reasentado en el Sur, y el primero en ocupar un puesto viceministerial, informó BBC.com.
Tae, de 62 años, fue embajador adjunto de Pyongyang en el Reino Unido antes de huir a Corea del Sur en 2016.
Pyongyang lo ha denunciado como "escoria humana" y lo ha acusado de malversación de fondos estatales y otros delitos.
Tae se convirtió en el primer ex norcoreano en ganar un escaño en la Asamblea Nacional de Corea del Sur en 2020.
No logró asegurar un segundo mandato en las elecciones parlamentarias de abril, pero en su nuevo cargo asesorará a la oficina del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, sobre la unificación pacífica de Corea.
"Él es la persona adecuada para ayudar a establecer una política de unificación pacífica basada en la democracia liberal y obtener apoyo interno y externo", dijo el jueves la oficina presidencial.
Nacido en Pyongyang en 1962, Tae ingresó al servicio exterior a la edad de 27 años y pasó casi 30 años trabajando bajo tres generaciones de la dinastía gobernante Kim.
Dijo en declaraciones anteriores que abandonó Corea del Norte porque no quería que sus hijos tuvieran "vidas miserables". También citó su disgusto por el régimen de Kim Jong Un y expresó admiración por la democracia de Corea del Sur.
En una memoria publicada este año, Tae escribió sobre los excesos de la élite norcoreana y las profundidades del culto a la personalidad construido en torno a los Kim.
Desde su deserción, ha abogado por el uso del "poder blando" para debilitar al régimen de Kim y ha pedido intercambios de prisioneros entre el Norte y el Sur.
Las tensiones entre las Coreas han aumentado en los últimos meses, y Seúl reanudó las transmisiones de propaganda hacia el Norte el viernes, en respuesta a que Pyongyang lanzara miles de globos con basura hacia el Sur.
Los informes basados en imágenes satelitales también sugieren que Corea del Norte podría estar fortaleciendo su presencia militar y construyendo muros a lo largo de su frontera con el Sur.
Hasta diciembre del año pasado, unas 34.000 personas habían desertado del Norte al Sur, según estimaciones del Ministerio de Unificación de Seúl.
Muchos lo hacen cruzando a China y luego a Corea del Sur. En Corea del Sur, reciben automáticamente la ciudadanía y reciben algo de dinero para su reasentamiento.