Caracas, 12 de abril de 2007 (VTV/ABN).- Mucho se ha contado en cámara sobre aquellos días de abril de 2002, pero poco se ha escrito de la historia que tejieron miles de personajes sin un nombre conocido y que contribuyeron al alcance de un objetivo claro: el rescate de los derechos ganados.
Esta compilación de testimonios escritos en primera persona y que conectan al lector directamente con el protagonista de la historia fue editado por Fundarte y será bautizado este domingo 15 de abril en el lugar de los acontecimientos: Puente Llaguno, anteriormente llamado Puente Carmelitas, como refiere el autor.
En 97 páginas se recoge la historia de 13 personas, amas de casa, periodistas, luchadores sociales y motorizados, entre otros, que cuentan dónde estaban, qué hicieron y dejaron de hacer durante el 11, 12 y 13 de abril de 2002, mientras el país, según la realidad de los medios, vivía una rebelión de la sociedad civil y la supuesta renuncia de un presidente elegido democráticamente.
Como antesala de los testimonios, Duque hace un paréntesis para definir el concepto «pueblo», y allí básicamente resume: «Porción de la humanidad sometida a la explotación, exclusión, vejación y/o genocidio por parte de hegemonías o potencias políticas, militares y económicas».
Duque narró que la idea inicial fue recopilar testimonios de gente que no hubiese tenido alta responsabilidad en el Gobierno: ni funcionarios ni militares. Sino escuchar a esa gente «llamada del pueblo».
«Siempre hablan los grandes protagonistas, los analistas, los sociólogos, pero nunca han pisado la calle, entonces nosotros quisimos ver el mismo hecho pero alejado del protagonismo», expresó.
Relató el periodista que resultó muy difícil unificar los discursos porque todos estaban tentados para hacer un análisis macro y olvidaban sus propias vivencias.
«Hay testimonios de cuadros medios, gente que se dedicó medianamente a organizar o a tratar de organizar las marchas que recuperaron la democracia. Hay testimonios como el de un periodista que trabajaba en RCTV», especifica Duque.
Para este escritor el más revelador de los testimonios es el del luchador social Luis Morín, el primero que se encuentra en el libro. Cuenta que Morín estuvo en todas las explosiones de pueblo de este país.
«Nadie tiene una mejor visión de pueblo, de lo que significa y de sus motivaciones. Él vivió la explosión del año 1958 contra un régimen establecido, después estuvo en la lucha armada, pero no quiso ahondar sobre eso, además estuvo en el 27 de febrero, en una explosión caótica, en los sucesos del 92 y el 11, 12 y 13 de abril de 2002 en una revuelta sin jefes, pero con un objetivo: recuperar la constitucionalidad», narró.
Esta publicación, además, recoge unas 45 fotografías de diversos reporteros que muestran los momentos más álgidos del enfrentamiento sucedido en los alrededores de Miraflores.
