Los adolescentes trabajadores del relleno sanitarios se graduaron orgullosos del sexto grado.
Luego de siete años de arduo esfuerzo y sacrificio 40 adolescentes trabajadores del Relleno Sanitario La Ciénega ubicado en el Municipio Jesús Enrique Lossada, estado Zulia, obtuvieron su certificado de sexto grado el 18 de Julio de 2007, dichos adolescentes son los primeros alumnos que gradúa la escuela Suurala Wakua´ipa,.
En palabras textuales y con lagrimas en los ojos dice Elizabeth Pirela maestra fundadora de la hoy flamante escuela Suurala Wakua ipa en lengua Wayuunaiki “Raíces de nuestra Cultura”, que “paso seis años pensando si este día llegaría o no llegaría y hoy que ya llego pareciera que estuviera soñando; Solo les pido que en cinco años me den el regalo de ir para su graduación de bachillerato”.
Cabe señalar que Suurala Wakua ipa es una escuela construida gracias a la organización y lucha continua emprendida por la comunidad trabajadora del Relleno Sanitario en el año 2001; es una escuela que nace con la misión de ofrecer una atención integral a los niños y adolescentes wayuu, que tienen como oficio la recolección de desechos sólidos, se inicio debajo de unas matas y hoy en día cuentan con una de las mejores estructuras del Municipio.
Estos graduandos alegres, soñadores y maravillosos en su mayoría de 16 y 17 años decían estar feliz por pasar al fin al Liceo y que habían trabajado mucho durante toda la semana para comprar sus uniformes. Una de ellas Neudelin González que tiene como oficio la venta de comida, dijo: estoy contenta ya que de 16 hermanos soy la primera y la única que me graduó , otro alumno Ángelo Hernández quien hablo en nombre del grupo exhorto a sus compañero a seguir estudiando y a seguir siendo amigos “ ya que esa es una de las formas de vencer los obstáculos” agradeció a todo el podium que estaba integrado por: Directora Minerva Duran, Maestra Elizabeth Pirela, Profesora Flor Palmar, Ingeniera Magdelis Valbuena, Magíster Jairo Colina, Profesora Maiba Nelson , Licenciada Lisbeth Fuenmayor , Jorge Urdaneta y Betty Loaiza ya que estos tuvieron una participación clave y fundamental en la consolidación de la escuela; En nombre de nosotros y nuestros padres le damos las gracias a todos ustedes y sobre todo a la maestra Elizabeth quien con su “ sonrisa y ternura siempre nos dio animo y nos motivo a estudiar, nos buscaba a la casa cuando no queríamos venir a clase y eso se agradece” dijo Ángelo.
Jorge Urdaneta padre del proyecto y padrino de la promoción irradiaba gran orgullo y felicidad, cuando tuvo su derecho de palabra saco una carta que le habían escrito tres niños en el año 2001, en donde le agradecían por su cariño y por el colegio, en ese entonces el colegio era solo 40 pupitres, un Pizarrón y una mata de mango, además de los obsequios dono un millón de bolívares para que los graduandos iniciaran alguna actividad económica, que les permita cubrir algunos de sus gastos. Lisbeth Fuenmayor madrina de la graduación y una de las promotoras del proyecto, de igual forma decía estar feliz por ver el fruto de un esfuerzo mancomunado.
Una gran emotividad fue lo que se sintió y respiro en este acto tan importante e inolvidable en la vida de estos adolescentes, la ingeniera Magdelis Valbuena fue quien dio las palabras de cierre, con la coherencia sinceridad y seguridad que siempre la ha caracterizado, hizo un recuento muy sistematizado de la historia de la escuela, recordaba que cuando era jefa de zona le toco visitar muchas veces la comunidad, para juntos crear un mecanismo para resolver el problema que se tenia en ese entonces; que era si la escuela seria una escuela de avanzada estadal, o Bolivariana e intercultural bilingüe.
“ Recuerdo que Un día Elizabeth llego a la Zona Educativa y nos sentamos a conversar un buen rato, ella me argumentaba que la escuela no podía ser una escuela como cualquier otra, sino que tenia que ser un escuela especial en donde se inventaría la forma de trabajar, con niños niñas y adolescentes wayuu trabajadores del relleno sanitario, se dieron muchas discusiones o mejor dicho conversaciones con los entes responsables en ese entonces, para poder lograr esta hermosa escuela, que sin duda alguna es una referencia a nivel nacional e internacional”.
Los graduandos, padres e invitados disfrutaron de obsequios, comida típica, golosinas etc., que fueron donadas por Betty Loaiza de la fundación Suchonyuu Ta´in “Los hijos de mi corazón”. Es importante resaltar que David Hernández Palmar fue quien realizo los enlaces que permitieron contar con dicha logística, además de ser el organizador de la actividad cultural con que se cerró el evento.
José Maria, Duber Fernández y Luís Socarras de la escuela de formación Alejirra Wakua´ipa (Volver a nuestras costumbre) del Resguardo 4 de Noviembre –Colombia engalanaron el acto con el toque de todos los instrumentos musicales wayuu, y un jayechi (canto wayuu) inédito para los graduandos.
De esta forma se cerró un capítulo más en la historia de los niños del relleno.