KANDAHAR, Afganistán (AFP) - Un kamikaze hizo estallar una bomba este viernes ante el hogar del gobernador del distrito de Zhari en la provincia de Kandahar (sur de Afganistán), provocando su muerte inmediata, así como la de tres de sus hijos, todos menores de 10 años, anunció la policía.
"El kamikaze accionó la carga que llevaba cuando el gobernador y sus tres hijos salieron de la casa" en la ciudad de Kandahar, indicó a la AFP el oficial de policía en el lugar del atentado, Abdul Ghafar. "Todos murieron inmediatamente", agregó.
Otro hijo y una hija del gobernador también resultaron heridos, según explicó el policía. El gobernador Jairuddin (conocido por un solo nombre) "estaba de vacaciones en Kandahar e iba con sus hijos a matar una oveja para repartirla entre los pobres", narró Abdul Ghafar.
El portavoz del ministerio del Interior, Zemarai Bashary, confirmó el ataque y añadió que otros tres civiles también fueron heridos por la explosión. Jairuddin tenía una residencia en la capital, aunque el distrito que administraba, Zhari, se encuentra fuera de la misma en dirección al oeste.
Un periodista de la AFP pudo observar como el cuerpo del suicida quedó totalmente despedazado y sus restos desperdigados por muros y vehículos. Gritos de desesperación salían de la casa de los fallecidos.
Los gobernadores afganos son nombrados directamente por el presidente del país, Hamid Karzai. La provincia de Kandahar, cuyo nombre coincide con el de la capital, es particularmente inestable.
Kandahar es el lugar de origen del militarismo talibán y una zona de conflicto desde que a principios de los años 90 emergieran los talibanes, que se hicieron con el control del gobierno del país en 1996.
En 2001 fueron expulsados del poder por la coalición internacional por sus conexiones con al Qaida, tras los atentados del 11 de setiembre en Estados Unidos.
Zhari, en particular, se ha convertido en una de las zonas más violentas y allí han tenido lugar los mayores ataques de los talibanes contra tropas de la OTAN desplegadas en el país.
Los ataques suicidas, que siguen el "modus operandi" utilizado en Irak, han aumentado significativamente en Afganistán en las últimas semanas. Las fuerzas de la OTAN (ISAF) contabilizan 66 ataques suicidas en el país en el primer semestre del año, en comparación con los 47 que se produjeron durante todo 2006.
Fuerzas militares estadounidenses y afganas han llevado a cabo en los últimos días una operación contra los rebeldes en las montañas del este de Afganistán, último refugio conocido de Ossama Bin Laden en 2001.
Aunque los responsables de la coalición no han hecho públicos datos sobre esta operación, los medios de comunicación locales informan que los milicianos talibanes han sufrido numerosas bajas durante esta operación.