Kabul, 18 de agosto. Quince personas murieron este sábado cuando un atacante suicida detonó un coche bomba junto a las oficinas de una empresa de seguridad estadunidense en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán; mientras, el destino de los 19 sudcoreanos secuestrados por la milicia integrista islámica de los talibán estaba por definirse, después de que un portavoz de dicha organización declaró que las negociaciones para liberarlos fracasaron y, en un nuevo caso de plagio en el país, del que los talibanes se desmarcaron, una voluntaria alemana fue capturada en la capital afgana.
El vocero talibán, Yusuf Ahmadi, afirmó que el alto consejo de la milicia fundamentalista se reunió hoy para decidir qué hacer con los voluntarios coreanos capturados el 19 de julio. Sin embargo, todavía no se sabe qué resolvió la cúpula de la organización.
"Nuevas negociaciones no conducirán a nada", afirmó Ahmadi. "Los coreanos dijeron que los estadunidenses y el gobierno afgano no están dispuestos a liberar" a varios talibanes encarcelados, según el vocero. "Sólo volveremos a negociar si están dispuestos a hablar sobre los presos."
A la lista de personas secuestradas en Afganistán se sumó este sábado una alemana de 31 años, que según algunas fuentes está embarazada. Mientras comía en un restaurante de la capital, cuatro hombres armados obligaron a esta trabajadora de la organización caritativa Ora International a abandonar el local y subir a un automóvil.
Aunque se desconoce quién la capturó, Zabeehullah Muyahid, otro vocero de los talibán, afirmó que el acto no lo cometió la milicia. Miembros del servicio secreto afgano indicaron que los autores del plagio podrían ser "bandas de delincuentes" comunes que buscan el pago de un rescate para liberarla. En Berlín ya se reunió un gabinete de crisis para analizar la situación y tomar cartas en el asunto.
Este es el cuarto secuestro de un ciudadano alemán en menos de dos meses, después de que un empresario fue plagiado en la ciudad de Farah y dos ingenieros en el centro de Afganistán. Uno de estos últimos fue ejecutado y todo indica que el otro sigue en poder de los talibán.
En un incidente separado, las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte se enfrentaron a varios milicianos talibanes que tendieron una emboscada a una de sus patrullas. En los combates murieron 12 insurgentes, mientras las fuerzas aliadas no tuvieron bajas.