Miami 19 de agosto de 2007.- En el centro de Miami los autos de lujo estacionados sobre la costa se cubren de una leve capa de polvo por la construcción de 17 torres al lado del turístico Bayside: la ciudad parece inmune al fantasma de condominios en venta por hipotecas impagas que golpea a otras zonas de Florida, pero no lo está.
Las casitas bajas, con paredes sin pintar o gastadas por vientos huracanados, y los condominios en venta por créditos impagos, están muy cerca del centro y muestran la otra cara de Miami.
En la Pequeña Habana, en Liberty City o en la vecina Hialeah la crisis de las hipotecas también castiga.
"Tuve que rentar mi casa a una gente amiga. Ellos me dan un dinero para poder pagar mi hipoteca. No tenía otra salida para no entregar la casa al banco. Ahora vivo con mi madre", dice a la AFP Sandy Hernandez, residente de un condominio junto al boulevar Opa Locka, en Miami Norte.
Como en vastas zonas de Miami, allí los edificios son modestos, pero prolijos. Tienen pequeños jardines a un costado con algunas flores. Por las ventanas se reconocen los apartamentos vacíos.
"Hay gran cantidad de apartamentos en venta desde el año pasado. Pero no he visto a nadie que se acerque a verlos para comprar", comenta Sandy, antes de extender la queja al aumento de los impuestos a la propiedad que "también están forzando a la gente a irse".
Lejos del boom inmobiliario de hace unos años en Florida, las operaciones con viviendas parecen en pleno retroceso, al igual que en otros estados.