El día jueves 20 de junio, el diario Notitarde en la primera página con los acostumbrados titulares de antichavismo puro, hizo mención a una opinión emitida por un jerarca de la iglesia católica de Valencia, no vale la pena el nombre, quien definió la problemática de los alimentos dañados por irresponsabilidad de algunos directivos de PDVAL, como un pecado, tratando este cura de hacerse pasar por un hombre de la iglesia preocupado y dolido ante un pueblo que estaría pasando un hambre atroz y un gobierno irresponsable que deja perder tanta comida; sin embargo este manipulador diario lo que no reseña y el cura no menciona, es que en este caso, ahorita se encuentran algunos directivos de la empresa detenidos.
Tampoco les da la gana de aclarar que en una cuestión en la que el Estado, la Sociedad y los ciudadanos laicamente, se ven envueltos por algunos hechos que causan daño individual o colectivo, no deben de manera simplista, catalogarse de Pecado, cuando se está en presencia de un delito que está siendo investigado y procesado desde el punto de vista penal para determinar la responsabilidad de los involucrados y aplicarse las sanciones como está previsto sea, ahora, no pasa lo mismo en los hechos donde se ve involucrada la parte religiosa o moral de la sociedad, entre ellos, la iglesia como institución o sus integrantes, donde si pudieran definirse como pecado los hechos irregulares, que deban ser reprendidos por Dios.
Por otro lado, si se trata del hambre que pasan muchos hombre, mujeres, niños, niñas, ancianos, mientras impera en el mundo la irresponsabilidad de quienes derrochan recursos o los dilapidan sin importarles nada el sufrimiento humano, entonces hay que preguntarle a este hipócrita religioso de Notitarde, qué se ha planteado, o mejor aun, hecho ante las riquezas materiales, muchas ellas devenidas de apropiaciones injustas desde donde habitan los mas pobres precisamente, riquezas de las que se jactan las altas jerarquías de las distintas religiones en el mundo, sin que surja un rostro que se alce al menos en palabra para pedir que se distribuyan esos tesoros y que sean convertidos en comida para todos, como seguro ya lo hubiese hecho, látigo en mano, Jesús de Nazaretn.
(*) Abg.
Valencia – Carabobo
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