¿Quién les da un parao?

Acaparadores, especuladores y afines....

Impotencia, desconcierto o frustración. Seguramente una combinación de sinsabores y preguntas sin respuestas. Frente al supermercado, sitio del comercio informal, usted encuentra lo que no hay adentro. Esos productos, todos de primera necesidad, los hay en las aceras y tarantines a precio de especulación . Mejor dicho, prohibitivos. La mantequilla y el azúcar, por ejemplo, que hace mucho tiempo se esfumaron de los mercados, los tienen la gente del mercado informal o buhoneros. ¿Dónde los consiguen? ¿Quién los provee? ¿Por qué las autoridades se hacen la vista gorda?

Esta práctica causa molestia en la población y no queda más que señalar a los organismos gubernamentales por lo que ha venido sucediendo con el acaparamiento y la especulación. Si a ello se suma la irresponsabilidad de algunos funcionarios que en un comportamiento cómplice con los fines de la oposición han permitido que cientos de toneladas de alimentos se dañen por vencimiento. Esto es indudablemente un acto criminal y contrario a los intereses nacionales, por tanto es procedente toda la acción que han tomado instituciones como la Fiscalía General de la República, entre otras, contra estos funcionarios sin alma y contrarrevolucionarios.

Quien tenga cuatro dedos de frente no puede negar los esfuerzos y éxitos que ha venido haciendo y obteniendo el gobierno nacional para garantizar la soberanía y abastecimiento alimentario. Mercal y Pedeval, con sus mercados y operativos, logran satisfacer las necesidades de buena parte de la población. Pero hace falta que algunos productos que con frecuencia escasean, y que forman parte de los que encontraron descompuestos, aparezcan en el resto de los supermercados para lograr la tranquilidad de la población.

Por otra parte, es maña vieja de los capitalistas botar, esconder, quemar o enterrar la sobreproducción de algunos alimentos para lograr mediante su escasez aumentar o mantener los precios. Esa práctica la siguen haciendo. Aunque el gobierno nacional y regional les viene aplicando el ácido, siempre buscan la manera de salirse con la suya y lo logran causándole severos daños a la economía nacional y a la población. Lo importante es que a esta diabólica especie que juega a diario con la necesidad de la gente hay que darle un parao y aplicarle todo el peso de las leyes.

juan_azocar@hotmail.com


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Juan Azocar


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