La Superintendencia de Cajas de Ahorro como factor de la contrarrevolución

La superintendencia de cajas de ahorros es una institución dependiente del Ministerio de Finanzas y Planificación, cuyo objetivo no es otro que hacerle seguimiento al funcionamiento de las Cajas de Ahorros, el instrumento financiero de los trabajadores/trabajadoras de la Patria. Sin duda, se trata de una misión muy importante, estratégica, añadiríamos, sobre todo si consideramos que la Constitución Bolivariana les garantiza el derecho a los trabajadores/trabajadoras de la Patria a organizar esas asociaciones de carácter social y participativo, obligándose, el propio Estado a su promoción y protección (CRBV; Artículo 118), siendo esta la base de creación de la Superintendencia de Cajas de Ahorros.

Pues bien, como se aprecia, su dirigencia no puede estar en manos de cualquier amigo/amiga del ministro/ministra o recomendado por alguien del Partido, sino que su selección debe obedecer al compromiso revolucionario por desarrollar los principios establecidos en nuestra Constitución Bolivariana, debe ser alguien comprometida/comprometido con las luchas de los trabajadores/trabajadoras de la Patria, alguien de extraordinarios valores morales y éticos, a toda prueba. En fin, alguien resueltamente Revolucionario/Revolucionaria, no hay medias tintas, en cuanto al perfil de quien consideramos debe ocupar un cargo de tamaña responsabilidad.

No obstante, deseos no preñan, nuestra Administración Pública se encuentra minada de militantes de la contrarrevolución que hoy se pintan de rojo rojito y son más chavistas que el propio Camarada Presidente, Hugo Chávez. El propio Lenin, en su época denunciaba esas prácticas: “Ocurrió que en 1917 los funcionarios del estado empezaron a sabotearnos. Entonces nos asustamos mucho y les rogamos: “Por favor, vuelvan a sus puestos”. Todos volvieron y esa fue nuestra desgracia. (...) En las altas esferas tenemos... a lo sumo unas decenas de miles de hombres adictos. Pero en los puestos inferiores se cuentan por centenares de miles los antiguos funcionarios que hemos heredado del régimen zarista y de la sociedad burguesa y que trabajan contra nosotros, unas veces consciente y otras inconscientemente. Es indudable que, en este terreno, no se conseguirá nada en corto plazo. Tendremos que trabajar muchos años para perfeccionar el aparato, cambiar su composición y atraer nuevas fuerzas…” (Lenin. Informe al lV Congreso de la Internacional Comunista. 13.11.22. Obras Completas T. 35 pág. 295). Al igual que la Rusia Soviética, nuestra Revolución Bolivariana, pasada una década al frente del Estado, aún no logra quebrarle el espinazo a su naturaleza de clase burgués, dada la herencia de funcionarios/funcionarias provenientes de los partidos de la burguesía, en lo fundamental AD y Copei, quienes reproducen en su seno los viejos vicios y corruptelas, pese a los llamados reiterados hechos por el Camarada Presidente, Hugo Chávez, a demoler el viejo Estado burgués, tarea que no se cumple y al no hacerlo, éste terminará demoliendo a la Revolución Bolivariana.

Todas estas reflexiones las traemos a colación, habida cuenta de la medida emanada de esa Superintendencia de Cajas de Ahorros, la cual tiene que ver con el proceso eleccionario para elegir los miembros del Consejo de Administración y el Consejo de Vigilancia de la Caja de Ahorros y Previsión Social de los Trabajadores/Trabajadoras de la UCV, CAPSTUCV. Como hemos difundido, en dicho proceso los/las camaradas revolucionarias obtuvieron un poco más del 82% de los votos de apoyo a la llamada Nómina 1, en las elecciones realizadas el pasado 28 de octubre, derrotando a la Nómina 2, identificada con la mesa de la ultraderecha (MUD). El mismo día del proceso eleccionario, representantes de la derecha universitaria mostraban con satisfacción y alegría, una comunicación emanada de la Superintendencia de Cajas de Ahorros que exigía a CAPSTUCV la devolución del proceso eleccionario a su fase de postulación de candidatos/candidatas, esto en respuesta a la impugnación realizada por los opositores: Luis Blanco y Carlos Cardozo, quienes impugnaban las candidaturas de las camaradas Hilda Pino, Mar y Sol Santiago y Georgina Arenas, lo más sorprendente es que dicho Acto Administrativo se basaba en un artículo de la Ley de Cajas de Ahorros, el 34 que contemplaba: “Los miembros del Consejo de Administración, Consejo de Vigilancia y delegados, principales o suplentes, electos por dos períodos consecutivos, independientemente de los cargos ostentados, no podrán optar a cargos en ningún Consejo o de delegado, mientras no haya transcurrido el lapso de tres años contados a partir de su última gestión…”, valga decir, prohibía la reelección de las/los miembros directivos de las cajas de ahorros. Y mientras esa Superintendencia beneficiaba con su dictamen a los factores de oposición, dos (2) días antes del proceso eleccionario, nuestra Asamblea Nacional colocaba a tono con nuestra Constitución Bolivariana la Ley de Cajas de Ahorros, mediante una reforma parcial a dicho artículo, quedando en los siguientes términos: “Los miembros del Consejo Administrativo, Consejo de Vigilancia, delegados, principales y suplentes, serán electos por votación directa, personal, secreta y uninominal, por un periodo de tres años, y podrán ser reelectos”, con esto se reactivaba la vigencia de dicho artículo 34, el cual, a raíz de la aprobación de la Enmienda Constitucional de 2008, pasaba a ser nulo de toda nulidad, dado que, según nuestra Constitución Bolivariana, "La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a la Constitución", y sencillamente, por no estar dicho artículo en consonancia con la Constitución su nulidad era más que evidente. De allí, lo sospechoso de la medida adoptada por la Superintendencia de Cajas de Ahorros, de ordenar el regreso a la fase de postulaciones de candidatos/candidatas, beneficiando con ello, a la Nómina 2, integrada por militantes de la mesa de la ultraderecha (MUD): AD, Copei, BR, MAS, Primero Justicia, Giannettismo, Arochismo y demás factores del fascismo universitario. Sería por demás, requerirle a esa Superintendencia de Cajas de Ahorros que la misma vehemencia que han puesto en evitar que los trabajadores/trabajadoras universitarias elijan sus legítimas directivas, las pongan en movimiento para castigar penalmente a quienes asaltaron a la CAPSTUCV y la quebraron allá por los años 2000 y décadas precedentes, denuncias que reposan en la Fiscalía General de la República sin que dicho organismo haya imputado a los presuntos delincuentes.

Solo queda recurrir es a la movilización de los trabajadores/trabajadoras ucevistas a fin de restablecer la vigencia de la Constitución Bolivariana, como nos obliga el 333: “…todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia…”; asimismo, hacer valer su decisión de que los destinos de la CAPSTUCV estén en manos de revolucionarios/revolucionarias probadas en la buena gestión de sus ahorros; asimismo, movilizarse para que esa Superintendencia esté en sintonía con el proceso de cambios y transformaciones revolucionarias que vive el país. Mal hace el ministro Giordani en dejar en manos de la oposición una Superintendencia tan estratégica y vital para los ahorros de los trabajadores/trabajadoras de la Patria. ¿Zamuro cuidando carne?. Ojo pelao pues. ¡Así se pierde una Revolución!. No lo permitamos…


henryesc@yahoo.es


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Henry Escalante


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