Gran expectativa tenía el pueblo venezolano por ver y oír al Presidente Chávez el pasado 15 de enero, cuando en cadena nacional, presentaría su “memoria y cuenta-2010”. Ese día, la política, adquirió protagonismo y sintonía total: después de 5 años de ausencia, regresaban a la Asamblea Nacional, las fuerzas contrarrevolucionarias y apátridas. Una lectura herrada de la realidad sociopolítica del país los alejó del Poder Legislativo (seno del debate político por excelencia) y los llevó a buscar atajos, vías antidemocráticas, para salir de Chávez.
Los medios de la burguesía mercadearon ese día como: “el gran regreso de la oposición para controlar al Gobierno”. Ese día, el líder de la Revolución Bolivariana, se comunicó con todo el país y tendió el puente para el diálogo entre las visiones contradictorias, en el contexto del respeto y la Constitución.
El Presidente Chávez con un discurso pedagógico, desmontó la estrategia contrarrevolucionaria, dejó a los diputados de la oposición inmóviles y sin discurso, obligándoles una vez más a recurrir a la mentira, pero en esta ocasión estaban expuestos ante el escrutinio de sus propios seguidores.
Desconocemos si se hizo un estudio de campo, de opinión, sobre el impacto del discurso presidencial, pero estoy seguro que en la población opositora, hubo una valoración positiva y de reflexión sobre el contenido y actuación del Presidente.
Hay cadenas que, por su contenido e impactos pedagógicos, deben ser precedidas por una poderosa promoción y transmitidas en horario estelar, para lograr el mayor poder atencional y una comunicación directa del Presidente con el pueblo. De esta forma, se evitarían las manipulaciones mediáticas y el lanzamiento de rumores como: ¿es verdad que Chávez cerró el Banco Provincial?
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