1.-EL CASO DE LOS CARROS DELINCUENTES:
Resulta que una persona compra en Mérida por Bs. 57 mil, en una agencia autorizada, un vehículo usado. A los pocos días va el comprador feliz en su vehículo con la familia y de pronto lo para la GN en una Alcabala, “Las González” por ejemplo. Le dicen que el vehículo está solicitado desde hace un año por el CICPC y que debe entregarlo. Se lo quitan en plena alcabala y el conductor debe darle gracias a Dios que no se lo lleven preso. Como puede llega a su casa con la familia, pero sin carro.
En el caso que trato de narrar, el vehículo debía ser trasladado al Zulia, pues allí es que supuestamente el carro fue utilizado para cometer el delito. La victima de la estafa se dirige a la agencia donde compró el carro y los dueños de la agencia le dicen que ellos no tienen nada que ver con eso. Se dirige luego a INDEPABIS y también le dicen sus funcionarios que ellos llegan hasta recibir la denuncia para que pueda luego ir a la Fiscalía. Pasan tres largos meses y la victima está sin plata, sin carro e impotente por no poder hacer nada.
2.- EL CASO DE LOS APARTAMENTOS VENDIDOS A FUTURO:
Después de una dura lucha entre una comunidad, que quiere un terreno ubicado en su jurisdicción para construir una Escuela y los 216 empleados del Seguro social de Mérida que quieren el mismo terreno para construir un complejo habitacional, logran estos últimos que el gobierno les ceda el terreno a través de una OCV que legalizan.
Apenas logran el terreno entran en contacto con una empresa constructora que les presenta un proyecto de construcción y les fija una cuota inicial de Bs. 80 mil a cada uno de los 216 beneficiarios del proyecto, cuyo único criterio para ser seleccionado fue el de ser trabajador del Seguro Social.
Como algunos de los beneficiarios ya tienen viviendas propias y a otros se les dificulta conseguir Bs. 80 mil para la inicial deciden vender sus cupos. Inmediatamente surgen compradores, colombianos, árabes, chinos y venezolanos avispados, quienes ven la oportunidad de invertir en un buen negocio y les compran los cupos. La Empresa Inmobiliaria-Constructora les da un documento donde les asegura, al comprador del cupo, el apartamento para cuando terminen la obra. Así acumula el capital inicial que le permite conseguir créditos bancarios. Aquí ganan todos a costa del gobierno que cedió el terreno, los servicios, las vías de comunicación y el dinero que usará la compañía constructora para comprar los materiales baratos que le suministre el mismo gobierno a través de las empresas socialistas del ramo.
Los compradores de cupos, para que le salga casi regalado el apartamento, consiguen dólares con el gobierno a Bs. 4,30 y luego los venden en Cúcuta (a tres horas de camino) a Bs. 22 cada dólar, convirtiendo 17 mil bolívares en 88 mil, por el arte de la magia cambiaria, o sea más de 8 años de salarios mínimos de un trabajador cualquiera.
Conclusiones del primer caso: La victima de la estafa hecha por la Agencia de Venta de Vehículos queda a la deriva. Si se pone a demandar a la Agencia debe contratar a un abogado que le sacará toda la plata que pueda,(ese es su trabajo) y sin la seguridad de ganar el caso. Si tiene casa propia puede hasta perderla. Si llegara a recuperar el vehículo es posible que se lo desmantelen antes de entregárselo. Si le llegaran a devolver el dinero que pagó, con eso no podría comprar otro carro, pues ahora vale el doble.
Conclusiones de segundo caso: Los niños para los cuales estaba prevista la escuela se quedaran sin ella. Los 216 apartamentos con sus respectivas familias y vehículos elevaran el índice habitacional y colapsará los servicios públicos de la zona que ya de por si están saturados. Cualquier plan de organización social comunitario, proyectado por la OCV que se formó para conseguir el terreno, está condenado al fracaso, pues el lazo común creado por ser trabajadores del Seguro Social desaparece. Los dueños de la inmobiliaria harán un bonito y sustancioso negocio a costa del Estado y de los futuros dueños de los apartamentos. El Poder Popular no contará con vecinos sino con Copropietarios, triunfando el capitalismo sobre el soñado Socialismo.