Aunque parezca increíble, ha causado suspicacia la alianza que han montado la alcaldía valenciana y la antigua Clínica Santa Bárbara, hoy Elohim, ubicada en la urbanización La Isabelica de esta ciudad, sobre todo cuando esta empresa mercantil dispensadora de salud privada, comenzó a funcionar de la manera mas ilegal que pudiera concebirse, durante la gestión del difunto Paco Cabrera, quien contraviniendo omisivamente todas normas establecidas para la construcción de obras y el funcionamiento, así como el reclamo de la colectividad, comulgó en la ilegalidad con que esta clínica aparecio, iniciando su actividad en una casa destinada a la residencia hace aproximadamente 10 años, mientras permanece impunemente y en las narices de todos, después de violentar toda permisología municipal, entiéndase Bomberos, Ingeniería, Catastro, Desarrollo Urbano, el propio Consejo Municipal de Valencia y, por supuesto, a los propios vecinos del sector 5 de La Isabelica, al abarcar hoy, casi toda una manzana en un edificio de 6 pisos, tomándose para sí los estacionamientos colectivos de la comunidad y ocasionando a toda hora, un permanente y caótico congestionamiento vehicular y peatonal, así como, consumiendo en cantidades desproporcionadas, de agua potable y electricidad residenciales.
Esta rara y tácita alianza entre el burgo maestre valenciano y esta clínica que, a pesar de llevar inicialmente un nombre santero y ahora uno evangélico, para fingir religiosidad, no se diferencia en nada de cual quiera otra de las que se han enriquecido a costa de los elevados y especulativos precios que representa para el ciudadano en general que, por mera necesidad, se ve obligado a acudir a este centro en procura de sanación física. Este negocio se plasma de en varios escenarios; por una parte la clínica, patrocina eventos económicos como el farandulero e innecesario juego de “basquetbol”, entre artistas de TV (que cobran bien caro) y los “empleados de la Alcaldía”, organizado por una fundación que preside la esposa del alcalde, donde, entre otros, los trabajadores mas pendejos, seguramente tuvieron que comprar obligatoriamente entradas; por la otra parte, qué la da o ha dado la Alcaldía a la Elohim? Además de otras que no se publicitan, quien sabe si las peculiares contrataciones de seguros médicos privados, les asegura la legitimación institucional que procurará lavarle el rostro de esta construcción ilegal y aunque parezca increíble, siendo el colmo, le ha instalado de un módulo de la Policía Municipal en el frente de esta clínica privada para hacerlos sentir seguros en sus bienes patrimoniales y personales, altos cuidados, cuando a unos 100 metros se encuentra, nada más y nada menos que Comando Regional Número 2 de la Guardia Nacional Bolivariana, mientras en toda La Isabelica, la delincuencia campea en sus anchas.
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(*) Abg.
Valencia - Carabobo