“La maldad no es algo sobre humano, es algo menos que humano”
Agatha Christie…
La ambición desmedida por el dinero, el poder, viene a ser un vicio similar al consumo de drogas, y al juego, anidándose dentro de la mente de las personas, algo criminal de lo que no pueden controlarse.
La pasión ardiente por obtener el poder, la riqueza fácil, y la obtención de fama, llevan a ciertos individuos a asesinar.
El problema de la maldita ambición por el poder, fue el motivo del presunto autor intelectual, que lo llevó a planificar el asesinato fallido del alcalde de Pariaguan Tomas Bello. Este presunto criminal no tenia en su agenda, el loable deseo de hacer prosperar a esa población, ni la inquietud sana por aspirar a un mejor nivel de vida de su pueblo; dentro de los límites razonables de sus presupuestos, sino en llegar a convertir su existencia en una lucha llena de violencia, y de una actividad febril por la riqueza, el encubrimiento, las alabanzas, y las adulaciones.
La ambiciones desmedidas y sin freno, como conducta y estilo de vida, es uno de los más graves impedimentos de la felicidad humana, llegando a empobrecer y destruir el corazón del hombre, a su familia, y sus más nobles sentimientos como ciudadano de bien. Derrumbando todo, por el diabólico deseo ardiente del poder, la riqueza fácil, y la dignidad de ser famoso.
Intentar asesinar a un alcalde, con el sueño macabro de ocupar su sillón municipal, es algo sobre lo cual ya no existe ningún tipo de dudas, en esa población del sur de Anzoátegui. Pese al repudio y rechazo. La intención del presunto autor intelectual era muy clara, y estaba dispuesto a jugarse el todo por el todo, no importando quienes cayeran, por lograr su perverso “sueño”.
Las detenciones por parte del CICPC, no son más que pasos hacia una intención por adecentar la política, y esto tiene que continuar sin marcha atrás, poniendo en alerta a otros presuntos osados de la riqueza fácil y de lo mal habido.
La postura criminal asumida por alguien que en su momento fue el rostro de la oposición, y era visto como la esperanza de muchos pariaguaneros, dejó a sus seguidores claros y sin vista.
El otrora opositor “líder del pueblo” sacó a relucir sus garras, impulsado quizás por una larga caravana de “chupamedias”, y ahora en prisión liquidó la esperanza de un pueblo que creyó que con él comenzarían a vivir nuevos tiempos de esperanza en ese municipio.
Toda esta situación deja en claro que hay políticos encumbrados en el poder, que tienen pésimos asesores, o su ambición no tiene límites, lo que los lleva a perder la brújula de su carrera política.
No hay duda que la política para la obtención del poder, se limita en un estricto sentido único por la vía electoral, siendo su ejercicio muy amplio, en procura del bienestar colectivo, pero aun así la ambición por el poder muta el comportamiento noble de la misma, por quienes la utilizan de un modo perverso, privilegiando bajos intereses, valiéndose sólo del pueblo como un mero trampolín.
El escenario no pasó a ser distinto en Pariaguan, pudo más la ambición desmedida por el poder, aún a costas del intento de asesinato de una autoridad, no habiendo viabilidad alguna en ese macabro plan que en consecuencia, trajo consigo la captura y prisión del presunto autor intelectual de ese hecho, y sus compinches.
Con este caso queda al desnudo, lo mezquino y mediocre de los políticos sin formación doctrinaria, más no de la política, en donde la intención manifiesta de asesinar, solo por ponerle la mano al coroto, quedando su ambición desmedida al descubierto, y en manos de la justicia.
No cabe duda que Pariaguan, no debe estar condenado a ser un pueblo de cangrejos, hundido en el atraso por la ambición del poder por el poder. Al paso del tiempo todo le debe cambiar para bien.