Seguimos haciendo el ridículo con el caso Eligio Cedeño El comité de derechos humanos de la ONU acaba de condenar a Venezuela por la supuesta violación de los derechos humanos al estafador Eligio Cedeño. Llama la atención el veredicto, porque ante tanta violación de derechos humanos en el planeta, esta es la primera sentencia del órgano de la ONU, creado por el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Es claro que con esto, unos pocos (los miembros del comité) intentan deslegitimar la elección abrumadora de Venezuela como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas; pero lo que más llama la atención es el poder, la habilidad y los recursos del delincuente para transformarse, a punta de billete, en lo que quiere.
En este caso, de estafador a perseguido político. Desde 2009 venimos alertando sobre la peligrosidad de este sujeto y la poca atención que le prestan los organismos de inteligencia del Estado. A finales de ese año escribimos una nota donde advertíamos que alrededor de este malandro se movían grandes intereses y que todos actuaban para promover su fuga. Hoy, cuando el poder económico que se mueve alrededor de Eligio ha logrado el hecho ya mencionado, reproducimos parte de aquella nota a ver si despertamos el interés de algún organismo sobre las acciones de este sujeto. En aquella oportunidad dijimos: "La permanencia de Eligio Cedeño en la cárcel es peligrosa para sus socios en algunos delitos. No está dispuesto, el reo, a pasar toda su juventud "encanado", mientras que sus "colegas" disfrutaban de la buena vida. ¡O lo sacan de la cárcel, o se va de la lengua! En esta realidad está la explicación de porqué un hombre, al que muy poca gente conocía en el país; no hacía vida política pública y se encontraba detenido por un delito común (estafa a la nación) amaneció de repente convertido en preso político. El plan está bien concebido y lo ayuda en su efectividad la inoperancia de nuestros servicios de inteligencia.
En tres etapas fue diseñado: La primera, construir un expediente mediático que dejara constancia de que el hoy prófugo es un preso político. La segunda, gestionar la fuga o excarcelación del reo y la tercera, conseguirle un asilo político con base en el expediente armado mediáticamente. Desde hace poco más de un año el plan viene en progreso, basta con escribir Eligio Cedeño en cualquier buscador de Internet para corroborarlo, pero es desde mediados de éste, cuando se aceleró el mismo. Es así como el 25 de julio de 2009, el periódico Francés Le Monde publica una denuncia, nada más y nada menos que de Antonio Ledezma y Pablo Pérez sobre "el desmantelamiento del estado de derecho en Venezuela". En esa nota del diario se resalta la condición de perseguido político de nuestro personaje. En estos términos define la nota de Le Monde, al delincuente: "Eligio Cedeño es un afro-venezolano nacido en un barrio, un sitio humilde de Caracas. Ha hecho fortuna en el mundo de las finanzas gracias a su talento y tenacidad. Según sus abogados el Sr. Cedeño cayó en desgracia por haber apoyado materialmente a opositores visibles". El 5 de septiembre de 2009 se realiza en Caracas una marcha en protesta por el supuesto uso del sistema judicial venezolano en contra de ciudadanos no afectos al gobierno y en ella, "por pura casualidad", aparecen un grupo de ciudadanos portando unos cartelones (con muy buena calidad de impresión) con el rostro del casi desconocido Eligio Cedeño se aceleraba el plan. La primera página del El Nacional del día siguiente, reseñó la marcha con una fotografía donde sólo se apreciaban los cartelones con el rostro del delincuente.
Fue tan descarada la acción del periódico, al pretender transformar a un delincuente en perseguido político y de mostrar la marcha como una protesta a favor de Cedeño, que hasta un personaje de la catadura moral de Teodoro Petkoff se quejó (en privado); tal y como quedó demostrado en una grabación que hizo pública el periodista Alberto Nolia. Así llegamos al 27 de septiembre de 2009 y con ello el momento de utilizar, una vez más, a los estudiantes. Con una impresionante cobertura mediática, treinta y dos jóvenes, probablemente convencidos de que luchaban por una causa justa, se declararon en huelga de hambre y simultáneamente con ellos, Eligio Cedeño. Con la acción se exigía la presencia de una misión de la OEA que constatase "las violaciones de los derechos humanos que sufren quienes, como Eligio, disienten del gobierno de Chávez". La siguiente acción vendría del exterior. Con la precisión de un reloj suizo, los involucrados en el plan hacían su trabajo.
Los socios de Eligio gestionaron la llamada "Lista de Praga" y el 15 de octubre de 2009, un grupo de ex (todos derechistas a ultranza) entre los que se encuentran Jorge Quiroga (ex presidente de Bolivia); Philip Dimitrov (ex primer ministro de Bulgaria); Eduard Kukan (ex ministro de Relaciones Exteriores de Eslovaquia) Francisco Bermúdez (ex ministro de la Defensa de Guatemala) y Jans Ruml (ex ministro de Interior de la República Checa) firmaron una carta pública exigiendo la libertad de treinta ocho presos políticos venezolanos, donde obviamente aparece Eligio Cedeño. Era obvio que había un plan, pero a nadie parecía importarle. El 22 de noviembre, un grupo de estudiantes iniciaron otra huelga de hambre, ahora frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) exigiendo la libertad de los presos políticos y, por supuesto, de Eligio Cedeño. El expediente está casi listo. Mientras tanto, los voceros del gobierno siguen perdidos, tratando de descalificar la huelga y asegurando que se trataba de una farsa, sin caer en cuenta que el objetivo es construir un expediente de preso político a un ladrón que tiene planes de pasar la navidad en libertad."
¿Qué tal? Eligio tal y como era previsible consiguió una jueza corrupta que lo pusiera en libertad y ahora consigue la exculpación de sus delitos nada más y nada menos que en la ONU y la orden para que el estado venezolano le resarza por los daños causados. Sigan creyendo, que el tipo es un pendejo
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