Es sorprendente ver como todavía existe un sector de la sociedad venezolana que sigue enceguecida ante la manipulación mediática y de los voceros de la derecha en cuanto al rechazo a la revolución y toda acción de gobierno positiva.
Hay que recordar los años 2002, 2003 y de cómo una masa importante fue manipulada para ir hasta Miraflores para derrocar a un gobierno y ser víctimas de sus “lideres” que sin importarles nada arremetieron con franco tiradores contra sus seguidores. Y es que este hecho del pasado se dio en un momento significativo de la historia política de nuestro país, pues ante la decisión del Presidente Chávez de avanzar en lo político, social y económico a través de una habilitante, la reacción de la burguesía y sus operadores políticos (partidos y políticos de la decadente clase política) fue, dar un golpe de Estado.
Utilizando como estrategia la movilización de masas casi a diario, “demandando” y “reclamando” cualquier cantidad de cosas para así crear un clima de ingobernabilidad, gritando consignas que evidenciaban el nivel de alienación de este sector, recordemos: “Con mis hijos no te metas” “no le cambies el nombre a mi país” y “con mis medios no te metas”, esta actitud pareciera seguir siendo la forma que tienen estos sectores para expresar su antipatía hacia la revolución.
La manipulación ha sido tal que no se entiende bajo ninguna lógica racional, que una persona o un grupo de personas, prefieran ser explotados, especulados y estafados por el solo hecho de no simpatizar con el gobierno que les garantiza y defiende sus intereses de clase.
Hoy se presenta un escenario parecido, pues el gobierno revolucionario está trabajando sin descanso para erradicar la corrupción, venga de donde venga, y dando el ejemplo de eso, pero esto parece incomodar a la oposición, que convoca para este sábado una marcha en contra de esta política.
No tengo la menor duda que ese día escucharemos como consignas las que hagan alusiones a la defensa de personajes incursos en actos de corrupción, que sería los mismo que escuchar ¡con mi corrupto no te metas!
