Quienes se asumen oposición en Venezuela siguen dando pena por sus desplantes para defender a los corruptos de sus filas. Como también es despreciable que personas a quienes se les dio la confianza de dirigir instituciones del estado aparezcan implicadas en vulgares desfalcos. Miles de compatriotas y miles de los seguidores de la oposición seguramente se preguntan de dónde salen los reales para la campaña de boicot y desestabilización que no cesa y que cada día tiene nuevos ingredientes y bochornosas noticias que no dejan dudas del profundo enraizamiento de este cáncer social. De la misma manera millones de compatriotas nos preguntamos cómo es eso que quienes desfalcaron el Fondo Chino-venezolano sean militantes del partido de la ultraderecha Primero Justicia, tal como lo señaló un alto dirigente del PSUV.
¿Cómo y quién explica que un periodista, director de un semanario llamado La Voz, de escasa circulación y tiraje tenga millones de dólares colocados en bancos de otros países?
¿Cómo es eso que un diputado por Primero Justicia llamado Richard Mardo, justifique cobros millonarios de cheques, alegando que toda esa millonada depositada en sus cuentas personales vengan de rifas, desayunos, almuerzos, cenas y donaciones?
¿Cómo queda la conciencia (¿?) del diputado Juan José Caldera y del padre del candidato perdedor, convertidos en matraqueros electorales?
¿Qué explicación le da la MUD a sus seguidores cuando los llama a marchar en el centro de Caracas y defender a ultranza a sus dirigentes descaradamente implicados en actos corruptos?
Lo que sí está demostrado es la firme decisión del gobierno dirigido por el Presidente Nicolás Maduro de enfrentar y combatir la corrupción administrativa sin importar su proveniencia. Venga de donde venga, ha dicho, hay que combatirla. Y no es cuento. Hay unos cuantos disfrazados con franela y boina roja que ya están detrás de las rejas. Estos son traidores de baja calaña.
Estamos al tanto que la lucha contra la corrupción es dura, pero hay que darla. Ellos se fían en el dicho popular que quien inventó el cacho, le inventó la vuelta. A los mañosos y sus mañas, como al ratón, hay que ponerle la trampa...y el guante. El Presidente Nicolás Maduro y la dirigencia del PSUV deben tener la seguridad que la Venezuela trabajadora y honesta acompaña todo lo se haga por adecentar la administración pública y hacer que el presupuesto nacional rinda y vaya en beneficio de todos.
Cualquiera queda boquiabierta si se entera que en Venezuela la oposición realizó una marcha para defender la corrupción administrativa y a dirigentes corruptos. ¿Se había visto esto? ¿Oscar, Guinnes o Nobel para los opositores venezolanos? Como Suele decir la gente, esto parece fin de mundo.