Erase una vez una ciudad hermosa que crecía y crecía de manera vertiginosa, hasta que un día la visitó un choro, y este malandro, vio en ese crecimiento la oportunidad de enriquecerse y esgrimiendo esa necesidad para el pueblo iribarrense propuso Transbarca…el jetón este le cayó a mentira a todo el mundo y empezó a romper la ciudad, y aquella apacible y linda metrópoli, se convirtió en pocos días en un desastre, huecos por doquier, frustraciones, colas interminables, en pocas palabras se descontroló por completo la cotidiana organización que reinaba hasta ese momento en Barquisimeto.
La propuesta original tenia buses eléctricos tipo acordeón, se había complementado con el más grande terminal de pasajeros jamás visto en Venezuela, bueno, eso dijo el Choro, pues además contaría con tronco de centro comercial, así no los vendió y en fin todo era una maravilla. Claro como la intención era robar y para nada construir un servicio masivo de transporte, aquello se transformó en un santiamén en un verdadero desbarajuste, no había ninguna planificación, no había una idea clara del proyecto mas lo que si había era real pues este chorito recibió más de 590 millones de dólares no obstante ya se respiraba que ese fulano proyecto seria buche y pluma. Uno se pregunta ¿cómo es posible que un charlatán como este haya podido convencer al Gobierno Nacional para que le entregara tanto dinero? Claro, rápido surge la respuesta, estamos en presencia de un hábil charlatán y delincuente y en ese sentido debemos reconocer que tiene cara de estafador, discurso de timador, ideas de embaucador y sangre fría de asaltante por tanto si tiene patas de cochino, rabo y orejas de cochino sin duda que es un cochino, en este caso, este es un vulgar ladrón.
Prosiguiendo con el cuento, el choro, de manera premeditada compró los buses sin tener donde meterlos para su resguardo y mucho menos por donde transitar, esto demuestra dos cosas, o que no sabía lo que hacía (lo dudo) o que le quedo una extraordinaria comisión ya que esta obra representaba para él, el piso económico necesario para saltar la talanquera, esta ultima toma gran fuerza y pensar que muchos creyeron que este ladronazo se esforzaba por el bienestar del pueblo. De igual forma y alterando el proyecto empezó a vendernos el súper centro comercial y terminal de pasajeros, allí se cometieron otros ilícitos graves pero sustanciosos para él, como jamás se hizo un estudio de suelo, nunca se percataron de que por allí pasaba una vena de agua, y como el ratero este, quería terminar primero el centro comercial antes que todo se fue olvidando del transporte e invirtió más de la cuenta incluso la cúpula que llevaba esta infraestructura de muy alto costo, no le quedo por tanto allí se perdieron millones de dólares aunque a él le siguieran quedando jugosas comisiones pues todo aquel montón de concreto y hierro se hundía ante la cara irresponsable del ladrón, mas esta anomalía lamentablemente no le permitió avanzar en la obra y no se pudo demostrar lo que todos ya sabíamos, que jamás iba a terminar ni el terminal, ni el centro comercial y mucho menos el transbarca…estábamos en presencia de un verdadero delincuente que solo se ocupo de llenar sus bolsillos y jamás de la continuidad efectiva de tan importante obra.
La estafa de Transbarca representó para Barquisimeto un atraso de más de 6 años de este necesario servicio, que lleno de huecos, y frustraciones por años a la población por un lado más por el otro de dinero a este malhechor. Aunque este mañoso trato de escurrir el bulto, la historia reciente lo golpea, pues cuando el Gobierno Nacional asumió la obra se encontró con la realidad, buses dañados, terminal irrecuperable, calles destruidas y mal organizadas al punto que para darle curso a parte del Transbarca, se tuvo que rediseñar dicho proyecto para enderezar tamaño entuerto y darle a la población finalmente una solución…pero el Gobierno asumió y cumplió y eso es lo que el pueblo hoy valora.
El presidente Maduro dijo; el 14 de septiembre inauguramos el Transbarca y fíjate, tal cual así se hizo y eso demuestra la calidad de gobierno que tenemos, que no es cuentos, que ofrece y cumple, y ahora los barquisimetanos están felices, pues lo que antes me hacía perder horas de recorrido para llegar a un destino, se ha reducido a minutos y eso el pueblo lo agradece y compara. El choro nos engañó dice el pueblo, el choro nos timó dice nuestra gente y la Revolución, Chávez y Maduro nos respetó y honró con su efectiva respuesta, eso es lo que está en el sentir del soberano.
Hubo un choro que de tanto robar y robar, pensó que ya nadie lo vería ultrajando pueblos y un día por la confianza que poseía de saber robar, de contar con una banda de atracadores como contadores, administradores y abogados que le orientan como hacerlo sin ser pescado, se confió y no se percato que todos los vieron meterse en su bolsillo los dineros de los larenses, que todos saben que tiene dinero en el exterior, que todos ya saben que más de la mitad de lo que dice es mentira, saben que es un estafador, que más temprano que tarde pagara por sus descaradas fechorías y que ya todos anhelan decir algún cercano día; colorín, colorao ya este choro está acabado…cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.