El dólar paraleló esta rozando los 50 bs.f por unidad, y a pesar de la intervención del sicad, cadivi, y de la autoridad monetaria, no ha podido retroceder hacia el 6,30. No ha aparecido alguien del gobierno a explicarnos con argumentos serios qué está pasando.
Esta vez muchos voceros del alto gobierno bolivariano en declaraciones públicas nos indican que ese hecho carece completamente de importancia para la economía venezolana. En apariencia, esto no parece convencer a cierta gente del propio gobierno, que se reúnen de urgencia para enfrentar el problema.
Otros expertos en la materia económica, dicen que el problema no es el dólar paralelo sino la inflación que está ocasionando, que ha dejado el valor del dólar oficial subastado en una cifra ridícula. El precio barato que alimenta la economía inflacionaria es el de ese dólar que cae en las manos de los dolartraficantes, y este hecho está aumentando la presión al alza sobre la economía. ¿Qué ha ocurrido? Que la inflación se ha disparado en los últimos meses, y el tipo de cambio oficial no ha acompañado a la baja de los precios internos de la economía.
Este hecho provoca dos aberraciones: los bienes importados por los traficantes se tornan caros cuyos importadores cada vez, reciben más dinero por lo que traen del exterior. La situación de los consumidores venezolanos se vuelve cada vez más complicada. Hace algunos días la ensambladora japonesa Toyota dio una clara explicación sobre los problemas que, por primera vez en décadas, estaba enfrentando. En razón del retraso cambiario, que vuelve antieconómico todo ese proyecto automotriz. Ya que los precios internos, que forman los costos, suben por la escalera, y el valor del paralelo, alimentado por el tipo de cambio oficial, lo hace por el ascensor. Y esto es una bomba de tiempo a corto plazo.
Como continua ocurriendo casi siempre el gobierno sigue introduciendo controles, medidas burocráticas que siguen desequilibrando a los sectores económicos, y a los mercados alimentarios, farmacéuticos, de la salud etc. Pero el desbalance continúa y, con el tiempo no hacen más que agravar el problema pues la presión aumenta, y las decepciones crecen.
En cierto modo, algunos ministros dicen: el dólar paralelo no tiene por qué importarle a la economía venezolana en su conjunto. No dándose cuenta que se trata de un mercado gigante, que mueve mucho dinero. En los hechos, la situación actual equivale a un desdoblamiento del mercado en tres segmentos: el oficial para importadores de maletín, y los raspa cupos de viajes al exterior.
El problema inflacionario es el dólar paralelo, por los destrozos que provoca en la economía venezolana. El problema real es la brecha creciente entre la devaluación leve, y la inflación alta.
En este tema, el gobierno lo que ha inventado es una presunta “guerra económica”, para ocultar su incapacidad en el manejo de esta situación. Esta política que está llevando a cabo ya fue desplegada en la llamada IV Republica. En estos momentos, el objetivo debe ser principalmente anti inflacionario. El incremento incontrolado diario de precios, anuncian una devaluación programada, que alimenta la inflación. Acumulándose una brecha cambiaria impopular.
Ahora el sicad anuncia semanalmente una subasta devaluatoria pero la pérdida de valor del Bolívar Fuerte es muy predecible: el gobierno devalúa pausadamente, por debajo de la inflación. ¿Por qué esta subasta morrocoyera? : ¿Será por temor al impacto inflacionario que podría ocasionar una devaluación mayor? sin duda alguna esto no hace más que ratificar el proceso inflacionario en marcha, potenciándolo. La pregunta obligada es. ¿Cómo se sale de este callejón? ¿Con ajustes diversos? Algunos expertos consultados dicen, que es limitando la emisión monetaria. Pero esta no es una vía agradable para el gobierno, y menos aún con las municipales del 8-D encima, donde la boliburguesia parasitaria bancaria aconseja aumentos en el gasto público. O sea, emisión. O sea, más inflación.
En pocas palabras, el bolívar continúa perdiendo valor en relación con el dólar, debido a la inflación. Esto es lo que refleja el mercado, al dispararse el precio de la moneda norteamericana. Pero esta situación no es reconocida por el gobierno bolivariano, con respecto al precio del dólar oficial, actúa como si la inflación real es la que publica el órgano financiero oficial.
Es cierto que en muchos países latinoamericanos han sentido, en estos últimos años prósperos, una revaluación de sus respectivas monedas, que es lo que llaman los expertos el “mal holandés”, o sea una abundancia de dólares por el ingreso en sus exportaciones existiendo una presión hacia la baja de las monedas que en esos países. Pero en el caso de Venezuela el alza está potenciada por la inflación, que ha alcanzado niveles que no se están dando en los países vecinos, que no tienen la riqueza de Venezuela. Es la inflación el desestabilizador principal de nuestra problemática económica.
El precio del dólar paralelo es el mas peligroso conspirador de un proceso que diariamente se deteriora más, desde hace varios meses, esto se está carcomiendo los equilibrios macroeconómicos que en otros tiempos llenaban de orgullo al gobierno nacional bolivariano presidido por Hugo Chávez.