¡Qué tal, camarada! Anímicamente reactivado por la contundente respuesta del presidente Maduro ante la compleja situación de este repotenciado mecanismo de golpe contra gobiernos socialistas.
Estaba cansado de explicarle a nuestros camaradas y a chavistas light, y a alguno que otro escuálido suave, que estamos ante una guerra más del Imperio norteamericano (que ya todos están entendiendo no es una simple denominación para la burla).
En mi escaso conocimiento en materia económica les hablaba de la especulación de los comerciantes delincuentes al apoyarse en un dólar paralelo y el asuntico de “los inventarios”
Bastantes arrecheras tuve con comerciantes que ante un producto con precio especulativo me decía: “cómprelo que mañana valdrá más, todo depende de cómo amanezca el dólar paralelo” y mi réplica recibía el baño de agua fría de que era por el gobierno de Maduro.
Todos piensan –me imagino que hasta hoy ya que no los he visto- que es el mal manejo de la economía por Maduro (todo culpa e Maduro) porque que a Chávez no le hubiesen echado esa vaina, acompañando, de esa manera, a las voces agoreras del escualidismo criollo que por su perversa acción mediática envenena todas las mentes débiles.
Me dicen que si eso era verdad por qué el gobierno no tomaba medidas. Y que como el sueldo no les alcanzaba muchos me confiaron que no votarán más por el proceso. Alguno más molesto me dijo que se pasaba a la oposición.
Y…, zás, llegó el comandante y mandó a parar (y a pagar)
De paso que, en lo personal, abriría investigaciones a cada uno de los funcionarios que tuvieron que ver con lo del dólar: Cadivi, Comercio Exterior, Seniat, Indepabis, etc. Y que paguen, porque no hay dudas de sus negligencias, asociaciones, complicidades, etc.
Además de lo emocionante de la alegría de ver que la gente sentía recuperar su poder adquisitivo apreciamos que nuestro pueblo, clase media baja y media, gana dinero y está dispuesto a comprar.
¡Pero no los roben… por favor!
Mañana lunes pulsaré sus opiniones. Emocionado llamé a algunos que ya ni oyen ni ven a Maduro, ni a VTV, y les expliqué las medidas y medio sorprendidos, extrañados, sólo decían “qué bueno”.
En verdad estábamos al borde y que con la pérdida de credibilidad en el gobierno revolucionario descendería la votación del 8D y adiós a las alcaldías y concejalías chavistas (más el peso de la deficiente actuación actual de muchos)
Como menciono, pienso que se revertirá la incredulidad y se potenciará el sentido de gobierno protector… protector a todos.
¡Así, así, así es que se gobierna! ¡Así, así, así es que se gobierna! Provoca acompañar a nuestro pueblo con esta expresión de aprobación de la eficiencia gubernamental.
¡Así, así, así es que se gobierna! Rogamos que se transforme en una expresión de uso masivo permanente.
Bien. Vuelvo con mi tema de los controles. Hay que controlar todo. Todo el mundo controla a alguien o algo. Los socios, las parejas, a los hijos, etc.
Con mayor esfuerzo y severidad hay que controlar todos los espacios de la gestión pública.
En un artículo que titulé una computadora para Maduro, en ese caso dirigido a los controles que desde una Sala Situacional en Miraflores se debería hacer al rubro de la alimentación.
La propuesta, para a los que no la leyeron (que son muchísimos), se refiere a la sistematización de la información actualizada sobre lo general y cada detalle de todas las actividades que el gobierno ejecute.
Hoy mencionaré lo que nos ahorraríamos (o nos hubiésemos ahorrado) en dinero, en problemas, en angustias, en marramuncias, en trajines, en traiciones, en sinvergüenzuras, etc., etc., si el equipo presidencial de la Sala Situacional, mantendría la revisión del programa (software) de controles de Línea Blanca, electrodomésticos, etc.
Al pulsar “CADIVI” aparece la información de cuántas empresas venden estos instrumentos caseros (aparecen por ciudad, etc. Su calificación, registro, balance doblemente auditado, etc. ¿Cuántas son las importadoras, cuántas las distribuidores. Dónde están ubicadas. Y monitorear todos sus movimientos comerciales?
Antes que todo evaluar y contabilizar cuántas unidades se estiman necesarias importar y, en especial, si tienen sus repuestos. Y la lista de las empresas con personal capacitado para las reparaciones.
Esta estimación aplica para todos los rubros porque no es traer y traer cualquier vaina, mariconerías, en cualquier cantidad. Gastar dólares. Solo lo necesario.
Luego marcan “SENIAT” y salen todos los pasos que deben haber realizado para controlarlas, y la solvencia de sus accionistas. Y ¿cuáles funcionarios fueron los responsables, cómo los supervisaron los gerentes y cuándo lo hizo Cabello, en este caso?
El que se pele o trajine que pague, de ambos lados, y Tocorón con él.
Y así con todos los organismos gubernamentales. No podemos dejar la eficiencia del gobierno en manos de unos safios o descuidados.
¡Uff, qué descargo de presión ante la situación generada por la guerra económica! ¡Así es que se gobierna!
Chávez debe estar sonriente, por lo menos.