El otro día me puse a pensar, que hace mucho tiempo, que el misterio de la desaparición de los 20000 millones de Cadivi, sigue sin resolverse.
Pese a las repetidas promesas del Presidente Maduro, de investigar e informar a la población, sobre quienes se apoderaron y engañaron al pueblo venezolano en su buena fe.
Tampoco tuvo explicación algina, de las razones por la cual se llegaron a acuerdos de explotación del petróleo, con empresas privadas internacionales capitalistas, sin ninguna necesidad específica y empresas estas clasificadas como criminales y corruptas, enemigas juradas de la Revolución Bolivariana y de la independencia Venezolana en especial.
Me dije entonces, porque no intentar yo mismo hallar al culpable, siguiendo las reglas de la novela policial clásica, de la que les confieso soy un adepto.
En las novelas policiales clásicas, europeas que fueron las madres de la novela policial, bastante antes que el policial negro norteamericano, ganara espacio en el mundo editorial, solía resolverse la intricada madeja de los crímenes, descubriendo al final de la historia, que el culpable era… el Mayordomo.
Esta secuencia, obedecía al hecho que la mayoría de los autores, ubicaba la trama de sus novelas, en las venerables mansiones de la elite feudal y aristocrática, cuya vida dispendiosa, parecía ser , lo que más interesaba al pueblo humilde, que seguía religiosamente, la lectura semanal de esos folletines.
Ocurría que la función del Mayordomo, como principal responsable ante el Señor, rico y aristocrático jefe de la familia, propietario del Castillo y del feudo que solía rodearlo, le daba entre otros privilegios, el de atenderlo personalmente como criado, que debía vestir y solucionar todos los menesteres del Señor del castillo, manejar y controlar la economía de la casa, dirigir a la pléyade de sirvientes de diversos tipo, que se ocupaban de todos los trabajos físicos.
Esa tarea le otorgaba la Mayordomo, el conocimiento de múltiples secretos de su Señor, que desde luego no revelaba, pero que el Señor sabia, que el Mayordomo lo sabía.
Además el Mayordomo, parecía haber estado siempre en el castillo, inamovible desde los principios. Desde el antecesor del Señor actual.
La dependencia del Señor, respecto a su Mayordomo, no terminaba allí, las finanzas de la casa, descansaban sobre el Mayordomo, ya que los Señores no acostumbraban a ensuciarse con dinero y los sirvientes que dependían del Mayordomo, también sabían que los dineros de sus salarios y su suerte en el castillo, dependían del mismo.
En esas condiciones, surgían los inevitables apetitos y codicias humanas en los Mayordomos, que los autores de las novelas policiales, elegían como futuros criminales.
Estos empezaban a sentir que manejaban los secretos del Señor y las finanzas de la casa dependían de ellos, porque no apoderarse entonces, de las riquezas posibles, ante un Señor tan distraído y confiado, riquezas que asegurarían la vejez del Mayordomo, sin tener que depender de los caprichos del Señor y si en el camino del robo alguien que los conocía, los podía delatar, había que matarlo y hacerlo callar definitivamente.
Si así de simple, era la trama, que elegían los escritores de novelas policiales de la época y que luego de enloquecer a los lectores, con múltiples pistas, terminaban develando, que el único que tenía motivos y posibilidades de cometer el crimen era….el Mayordomo.
Me dije entonces, quien será, dentro de los funcionarios en el seno del Gobierno Bolivariano, que puede saber sobre el destino de ese dinero robado impunemente, que puede hacer aceptar los negocios de PDVSA, que van contra el interés nacional del pueblo venezolano. Y que además para tapar estos hechos puntuales, los sumerge en un curso político adverso al Socialismo, para que tengan un rostro lógico, ante la opinión pública. Y aconseja entonces mantener relaciones de negocios y entregar el manejo de la economía nacional a la oligarquía y a las multinacionales extranjeras, que destruyen a su favor la economía venezolana, traen la inflación, especialmente desarrollada, crean la escases y vuelcan así al pueblo venezolano contra la Revolución.
Y allí se me hizo claro, como lector devoto que soy, de las novelas policiales clásicas, que el culpable de estos crímenes no hay duda…. debía ser el Mayordomo.
Ahora bien extrapolemos, teniendo en cuenta que esta es otra época y otra la ideología reinante en el mundo.
Para mí, como lector de novelas policiales, el castillo seria Venezuela, el Señor seria el Presidente Maduro, las finanzas del castillo, PDVSA, los sirvientes del Señor, los funcionarios burócratas del Gobierno…. Y el Mayordomo?? Quien es el Mayordomo??
Señores esto es una novela policial y tiene el misterio como base de su desarrollo .Piensen….yo ya les di los datos más arriba.
Piensen, relean y estoy seguro que juntos, coincidentes, llegaremos a descubrir quién es el Mayordomo, probable culpable de estos crímenes.