Desde hace años cuando todavía no se conocía el término de frontera caliente, persecución en caliente, desplazados, se practicaba entre las poblaciones fronterizas de Colombia y Venezuela la actividad del contrabando, que a los fines de sus autores, lo han tenido como una forma de rebuscarse económicamente.
Antes era de Colombia para Venezuela, por la fortaleza de nuestra moneda frente al peso colombiano, pero nunca en proporciones que comprometiera la economía de ambos países.
Era un hecho tan natural, que las autoridades ni en cuenta, más allá de controles para evitar las operaciones de mayor cuantía, pero en realidad donde más ocupaban su tiempo era en controlar el tema del narcotráfico, que si se consideraba un factor perturbador por sus connotaciones sociales y económicas.
De un tiempo para acá, sobre todo desde que el peso colombiano fue ganando terreno frente al Bolívar, se fue despertando un Inusitado interés por parte de la población colombiana que vive en Venezuela de introducir a su país volúmenes de productos nacionales e importados.
En el MBR-200 creemos que en principio este comportamiento de los colombianos se debía al interés de sacar provecho al diferencial entre su moneda y la nuestra.
Peeeero como decía cayito aponte apareció como por arte de magia, la mano pelua de la politiquería, para enturbiar lo que con cierta naturalidad se hacía tolerable. Pues bien ahora sucede que el contrabando ha pasado a ser de una rutina centenaria entre ambos pueblos, en un instrumento de guerra económica, donde están participando todo tipo de bichos con uñas largas, ya los bachaqueros, pimpineros, trocheros, fueron sustituidos por todo un componente mafioso, donde intervienen POLITICOS, MILITARES, EMPRESARIOS, COMERCIANTES, NARCOTRAFICANTES, O sea que esto se convirtió en un arroz con mango.
El mismo gobierno afirma que al frente de este poderoso instrumento de guerra económica y brazo de la conspiración contra nuestro proceso político, se encuentra nada menos que URIBE.
De tal manera que esto paso de claro a oscuro, en el cual los enemigos del proceso revolucionario, encontraron un bastión social en el cual participaban cientos de miles de colombianos que viven en el país para sumárselos a su estrategia conspiradora.
De allí que hoy nos encontramos con un fenómeno al cual hay que prestarle atención, en Venezuela viven más de 4 millones de Colombianos, que se vinieron al país atraídos por las misiones sociales, que las disfrutan a plenitud, que tienen acceso a los productos nacionales e importados destinados a los sectores Vulnerables de nuestra población. La mayoría de esta población colombiana no produce nada, al contrario son potenciales consumidores, que viven de la economía improductiva o mal llamado comercio informal.
De tal manera que el gobierno tiene que hacer un doble esfuerzo para alimentar a su propio pueblo y también a una población foránea cuya responsabilidad debería ser del Presidente de Colombia.
Pero el asunto no queda allí, es que sumado a los 4 millones de colombianos que están aquí, también el Gobierno venezolano alimenta con nuestros productos a 8 millones más de colombianos que viven a lo largo de la frontera con Venezuela.
Viéndolo bien, al Presidente de Colombia no le interesa por nada del mundo que se acabe el contrabando de Venezuela hacia Colombia, porque eso le causaría un terrible problema a su gobierno, toda vez que tendría que ponerse las pilas para darle de
comer a sus 8 millones de sus paisanos, que actualmente lo hacen a costilla del pueblo venezolano y que al no tener esta facilidad, podrían con todo derecho exigirle a su gobierno que promueva políticas sociales que les supla sus necesidades fundamentales.
Ahora bien lo más delicado del asunto, es que el gobierno venezolano actuando apegado al mandato constitucional de Garantizar la mayor suma de felicidad posible a su población, toma la decisión correcta de frenar este desangramiento a la economía venezolana que le está ocasionando este tipo de contrabando Inducido, aplicando severas medidas restrictivas para que los mafiosos desestabilizadores no sigan utilizando los alimentos y otros productos de alto consumo, como arma de guerra para tumbar al gobierno.
Ahora viene lo bueno, ya aparecen los voceros dolientes de estas medidas a decir que el gobierno está perjudicando la economía del país, porque esta restringiendo el comercio desde Venezuela hacia Colombia, ¿Cual comercio? Si de Venezuela hacia Colombia lo que está saliendo es puro contrabando. Lo que pasa es que el gobierno le dio en la madre, al darse cuenta que este tal contrabando no era otra cosa que la nueva fase del golpe suave, que de suave no tiene un carajo, porque está golpeando duramente al pueblo venezolano.
Ahora tenemos que a esas voces politiqueras se suman voces de ese pueblo colombiano que vive en Venezuela, diciendo que este país está mal, que el gobierno de Maduro no sirve, a pesar de haberse beneficiados durante los últimos años del gobierno del Comandante y ahora de Maduro, solo por que el gobierno está impidiendo que sigan desangrando al país.
Lamentablemente estos colombianos critican lo bueno que está haciendo el gobierno por los venezolanos, pero no ven lo malo que hace su gobierno al dejar a su suerte a millones de colombianos que de no ser por nuestras debilidades en la frontera, la alcahuetería y complicidad de muchos funcionarios nuestros que dejan pasar millones de toneladas de alimentos y otros productos, a Colombia, bien mal la estarían pasando sus paisanos.
Al respecto el MBR-200 solicita al Gobierno del compatriota NICOLAS MADURO, que se ponga duro, durísimo, triplicando la inteligencia tanto entre los sectores de la conspiración que están detrás de la guerra económica y por ende del golpe de estado, así como entre los componentes de las fuerzas armadas ligadas a la vigilancia de la Frontera, a cuyos soldados honestos, Bolivarianos y Chavistas que están dando la batalla contra el contrabando inducido, vayan nuestras palabras de aliento y reconocimiento, pero también que haya severo y ejemplar castigo para todo aquel que se preste o haga el juego al hamponato político que está detrás de la guerra económica.
Por otra parte es necesario que en ciudades como Caracas y otras de importancia se tomen medidas severas contra el comportamiento de sus cuerpos policiales Municipales, toda vez que está demostrado y la población en general lo sabe, menos sus alcaldes, que los espacios públicos donde se instala la buhonería a vender los productos de la cesta básica y otras cosas, son apadrinadas a cambio de propinas sustanciosas para oficiales y agentes de esas policías.
Ojala un día cualquiera el compatriota Jorge Rodríguez, que no es muy dado caminar por las calles de Caracas, se diera una vueltecita pie por los sitios donde tienen más presencia los buhoneros para que se dé cuenta de lo que ocurre en el mundillo de la economía Informal. Y eso va también con otros alcaldes de otras ciudades del interior del país, allí también opera otro brazo del contrabando.
En esta guerra económica, hay muchos intereses participando, por lo tanto el gobierno y así lo recomendamos debe utilizar todo su poder de convocatoria para sumar a todos los factores que hacemos vida en el campo de la revolución, ofreciéndole o dándole participación activa al lado de los soldados resteados con este proceso revolucionario, para hacer frente a los que de afuera y desde adentro están disparando por mampuesto contra el gobierno. Dele cualidad y autonomía de vuelo al pueblo organizado, a los colectivos revolucionarios, al voluntariado, esta guerra no es para enfrentarla con los tecnócratas, esta guerra es para enfrentarla con el pueblo de a pie investido de autoridad para ejecutar acciones allí donde por sola intuición sabe que se está produciendo o se está ocultando el delito. Bien lo decía el Comandante eterno “Yo creo más en la opinión del pueblo que en los consejos de los sabios”
En consecuencia el MBR-200 NO SE CALA ESTE CONTRABANDO RARO Y ATIPICO, el cual saca del país, el 40 % de los alimentos que se importan, combustible a granel, cemento, cabilla, que no se pasan en la guantera de los carros, sino en gigantescas gandolas y extrañamente nadie ve nada. Esto huele feo. Cualquier denuncia al respecto favor enviarla al correo: orgmbr200@gmail.com
Presidente Maduro juegue duro que la oposición golpista no está jugando carrito.
Hernan Urbina
Guerrillero Ayer Combatiente Siempre
Vocero de Organización del Secretariado Nacional del MBR-200