Nadie puede poner en dudas que ha sido el gobierno bolivariano del Comandante Chávez el que más preocupación ha tenido por los venezolanos, particularmente por los hombres y mujeres de la tercera edad en relación con el tema de las pensiones.
Lamentablemente esa preocupación humanista, expresión de voluntad política de un líder que disfrutaba con pasión distribuir entre la gente más necesitadas del país parte de los recursos provenientes de la renta petrolera, fue y sigue siendo aprovechada por los enchufados de la cuarta republica que permanecen dentro del seguro social, muchos de los cuales hicieron causa común con gente vestida de rojo rojito, para hacer de la necesidad un negocio redondo.
De allí nace el bendito cobro por tras corral para ingresar a las personas en la lista de pensionados.
Ahora lo peor de todo esto, es que esa matraca la conoce todo el mundo, menos el "INTOCABLE" presidente del Seguro Social, quien no mueve un dedo por corregir tamaña vagabundería y menos hace por desmontar la mafia opositora que controla todos los movimientos dentro de esa institución.
Tampoco se preocupa por informarle al Presidente NICOLAS MADURO de la existencia de más de cuatro millones de venezolanos que tienen la edad requerida para optar por la pensión de vejez, de manera que se active algún procedimiento que permita saldar la deuda social que existe con esos venezolanos.
Por supuesto que ni pendejos que fueran los que controlan la mafia de las pensiones del seguro social, para perder ese mercado cautivo que existe en la población venezolana, donde ellos tienen su fuente de riqueza asegurada, por lo tanto jamás saldrá de esa institución una propuesta que tenga como fin facilitar que estos millones de venezolanos accedan a sus pensiones sin la necesidad de acudir a un gestor.
De allí la preocupación del MBR-200, como movimiento social de elevar por este intermedio al presidente Nicolás Maduro la propuesta de decretar la pensión automática para TODOS LOS VENEZOLANOS DE NACIMIENTO que tengan o cumplan la edad requerida por la Ley del Seguro Social.
Solo así se acaba con la corruptela dentro del Seguro Social, al menos en lo que a las pensiones se refiere, se le cierra el oxigeno a la mafia y se adecenta el funcionamiento de esa institución, cuyo personal dedicado a recabar los recaudos engorrosos implementados por las autoridades del Seguro Social, ya no tendrán excusas para maltratar a la gente deliberadamente, empujándolos a buscar un gestor ,que por adelantado tiene sus conexiones adentro, quien por supuesto puede garantizar que con el pago de la vacuna, será incluido en la lista de pensionados.
Presidente mediante ese decreto tiene la oportunidad cierta y segura de acabar con el sucio negocio de las pensiones y no solo por humanidad, sino porque en un gobierno revolucionario como el suyo, este tipo de comportamiento de funcionarios corruptos es intolerable.
En la medida que el gobierno vaya suprimiendo los requisitos innecesarios, ira naciendo la cultura de la decencia en la administración pública, porque se le quita la mejor arma que tienen los matraquearos como es el fulano papeleo, del cual se ha valido para doblegar la moral de mucha gente que movido por la necesidad terminan accediendo a sus pretensiones, tal como ha ocurrido con la tramitación de las pensiones.
Un decreto así, donde no haya más requisito que la cedula de identidad, hoy más confiables que las de antes, para acceder a la pensión, genera tranquilidad y confianza de la gente en su gobierno, al menos en los cuatro millones que existen sin pensión, pero también en sus familiares que ya no verán a sus viejos madrugando para hacer las colas en las oficinas del Seguro Social una y tantas veces como viene ocurriendo.
Compatriota Presidente la revoluciones son para cambiar de verdad las cosas, Ud. mejor que nadie sabe porque viene de ese pueblo de abajo, allí donde la necesidad juega garrote, que no podemos dejar que esos viejos mamotretos de mecanismos impuestos por esa burocracia inoficiosa, siga marcando las pautas, donde al pobre, se las ponen más difíciles para acceder a los beneficios que su gobierno brinda a los venezolanos.
La pensión es un derecho de los venezolanos, haya o no contribuido con el seguro social, por ser dueños de las riquezas con la que la naturaleza doto a nuestro país. De tal manera, que su decisión de saldar esa deuda social que el Estado como ente administrador de esa riquezas, tiene con los millones de venezolanos que todavía quedan sin recibir esos beneficios, es una acto de justicia social.
Presidente Ud. tiene en sus manos una Ley Habilitante, con un altísimo contenido social, y estamos en los meses de los mejores deseos, pues hágale ese regalo de navidad a los cuatro millones de venezolanos que no tienen pensión, dictando el DECRETO DE LA PENSION AUTOMATICA. A todo aquel venezolano que quiera impulsar esta propuesta.
Hernán Urbina
Guerrillero Ayer Combatiente Siempre