Antes de entrar en materia, quiero decirle, que reconozco el esfuerzo y tezón puestos de manifiesto en la labor incansable que realiza, dirigida a establecer parametros muy puntuales al desarrollo turístico en el país y su imbricación necesaria con el exterior, tarea nada fácil que requiere el concurso de muchos organismos, instituciones y lo más importante la incorporación del pueblo organizado, objeto y sujeto obligado de una política turística en el contexto de las metas y objetivos del Plan de la Patria y la aspiración de contar con infraestructura y logística cónsonos con lo que se aspira, para ello, como usted conoce se requiere del talento humano el conocimiento necesario y útil para alcanzar lo que se quiere establecer.
Suelo visitar la Isla de Margarita en funciones relacionadas con el Centro de Pensamiento Crítico Salvador de la Plaza, con la finalidad de participar como ponente en talleres sobre economía y sociología política y en esos espacios surge la materia turística como referente económico en particular para la Isla. Muchos son los participantes que tocan el tema turístico y uno en particular que me ha llamado la atención desde la primera visita en el año 2012, donde apuntan que la Isla las están vendiendo poco a poco o de manera progresiva, enumerando personas que vendieron sus propiedades generalmente a orillas de la mar y hoy se encuentran sin nada, aunque este es otro tema distinto al que quiero tratar, no está demás mencionarlo.
La preocupación surge cuando hemos sido victima en el Hotel VENETUR de prácticas inconcebibles en el manejo de un establecimiento de este tipo; en primer lugar testigos fuimos del divorcio existente entre la gerencia y parte del personal, con el resto de trabajadores y trabajadoras como botones, limpieza, cafetín, retaurant, etc; rompiendo con la filosofía propia del gobierno revolucionario y en conversaiones informales con parte del personal, sobre la existencia de grupos de vigilancia que los denominan “sapos”.
Sobre las prácticas citadas, surgen desde el momento del ingreso en fecha 04-12-2014, en pleno trámite el operador se retira para atender a otra persona que llegó de manera arrogante y ante tal situación le hago señales sobre el porqué, se me acerca y me dice algo tan molesto y grave como su retiro, “cumplo ordenes de la gerente”, ante semejante actitud opté por protestar e indicar que ese procedimiento es irregular desde todo punto de vista, más aún cuando se trata de un establecimiento manejado por el poder del Estado.
Nos asignan habitación en piso 6 del ala izquierda considerando la entrada al hotel, asombroso lo que vimos, una habitación enmohecida, con los vidrios casi con escarcha; logicamente ante solicitud, nos asignan otra habitación a nivel de piscina la 11-09 que presento problemitas en la ducha ue fueron subsanados satisfactoriamente. Al día siguiente salimos a cumplir con nuestras funciones y dejamos la llave en recepción, cuando regresamos en la tarde noche, sorpresa, no aparece la llaves y nos entregan lo que el operador llamó “ llaves de seguridad”, al cuarto día apareción y la entregaron.
Quizás lo peor de todo, fue lo que ocurrió al final del tercer día, serían las 9pm y estabamos descansando cuando tocan la puerta de la habitación de manera violenta para reclamarnos el porqué no habíamos entregado la habitación, otra sorpresa ahora más desagrable, que pasó, entendimos que es un problema del sistema que manejan; es el caso que, los tres primeros días se cancelaron por Maracaibo, es decir, 04,05 y 06; dos días por Caracas: 07 y 08 y un sexto día, directamente en el mostrador de ingresos; estos tres últimod días no los habían asignados a la misma habitación a pesar de haberles advertdido, digamos que era misma gente, la falta de respeto al tocarnos la puerta y la forma como asumió el asunto el operador señalado nos pareció desproporcionada, primero por ser peronas de la tercera edad y luego que algo está funcionando de manera que no permite controlar estas situaciones y la atribuimos ya como resumen a dos cosas: Una: Sistema administrativo no actualizado o con omisiones importantes y segundo: Una falta total de respeto por adolecimientos apropiados de Gerencia lo que deja muchas dudas
Es bueno destacar el profesionalismo que demostró el resto del personal, que de una forma u otra nos manifestó solidaridad ante los inconvenientes producidos y que nos deja un halo de tristeza al evaluar la totalidad de lo ocurrido, que esto esté pasando cuando la administración de un hotel del Estado debe estar al servicio del pueblo llano, en otra oportunidad nos referiremos al asunto de las tarifas y la situación general del hotel.
Con un saludo revolucionario y chavista, me despido, atentamente.