Ponciano, tiene razón, nos han robado nuestros sueños en nuestras narices y lo que es peor, lo siguen haciendo, y nosotros como cómplices, permanecemos silenciosos y asistimos a este robo, a su entierro a su velorio, callados todos. Y nos llamamos ¡hijos de Chávez!

-Pedro, el marchante que no nos da la factura, o el comerciante que busca en la usura su dorado, o Pepe, el panadero que no vende pan de canilla, sino sobado, Restrepo, el mecánico que nos chupa sangre como si fuese gasolina con sus precios, mano de obra y repuestos, o Amalio el abastero, que trampea los llamados precios justos, a todos ellos juntos, los aguantamos, con paciencia como el santo Jo-.

Oh, pueblo divino, que todo lo aguantas, te robaron todo, hasta el comandante, estos usureros que jalan mecate. Estos alacranes, Que al presidente engañan y le sacan los "dólares baratos" del pueblo bendito. Lo viven engañando señor presidente, como a niño inocente nacido en Belén.

Tendrá razón mi pana Teófilo, ¡claro que la tiene!, -nos robaron la ética- y con ella, nos robaron nuestro sueño, sueño compartido con nuestro comandante presidente. Es ¡mentira! que el pueblo sea sabio, es ¡mentira! que nunca se equivoca. Al pueblo hay que educarlo éticamente. Si educarlo, y que más que los libros que Hugo, le regaló al pueblo, obras consagradas e inmortales como: Los Miserables de Víctor Hugo, El Quijote de Cervantes. Le dio a su pueblo las Misiones. La Misión Cultura, rescató los saberes de su pueblo, La misión Robinsón les enseñó a leer a los que aún no sabían, La Misión Miranda los hizo bachilleres. Los miles de conversatorios didácticos llenos de ética, de historia, de moral, de economía y geopolítica, en sus Aló Presidente, de amor y de canciones llenas de sentimiento patrio, juntos él con su pueblo. La UNEFA abrió sus puertas al pueblo, dejó de ser elitista, eliminó los filtros de la oligarquía. La Universidad Bolivariana, cantera de intelecto, de médicos, periodistas, abogados, de profesionales todos, ahora con conciencia y llenos de saberes, llenó de conocimientos las mentes del pueblo, para repartirlas entre su pueblo más necesitado. Claro el comandante, lo primero que hizo fue culturizar a su pueblo, prepararlo para los combates por venir en el futuro, cumplió con aquella máxima del Libertador Bolívar, "Moral y luces son nuestras primeras necesidades".

Más no pudo hacer nuestro comandante Chávez, cumplió con su pueblo, cumplió con la patria, cumplió con América, con la Patria Grande, cumplió con los deseos de Bolívar Libertador y hacedor de patrias.

Si más no pudo, fue porque la muerte artera le sorprendió temprano en un recodo traicionero del camino. No, el comandante no murió por gusto, lo asesinaron los judas andantes, nos lo arrebataron los Iscariote imperiales, que junto a traidores Pilatos y alacranes palaciegos, hoy se comen la patria, su patria tan querida, tan sentida, la acaban y traicionan poco a poco pero en forma inexorable.

Sumida está en las guarimbas, en el bachaqueo, en colas inmensas e infernales, en la usura fina, la escasez campante, con el contrabando ramplón que desangra sus venas, inflaciones mil, corrupciones a granel, los raspa cupos, los buhoneros que explotan al pueblo con sus altos precios, y los "precios justos" que "nada justos son", y aquellos empresarios que no son empresarios, pidiendo (dólares baratos) para importar piedras, chatarra, medicinas y alimentos caducos, -seremos pendejos- y hacen su Dorado en la Venezuela que Chávez soñara y que hoy los bolivarianos, los hijos de Chávez añoramos, añoranzas perdidas estas, las nuestras de los bolivarianos.

Ya es Enero, pasó la Navidad del 2014, ya pedimos a la estrella de Belén nuestro deseo Paz y Amor para nuestra Patria. Tu Patria querida, ¡nuestra Patria comandante!

Regresa pronto comandante nuestro, no esperes cien años, ¡el pueblo está despierto!, ¡tú lo despertaste!, ya nunca se duerme, te sigue esperando.

Tu por ahora, es para siempre.

Amor con amor se paga nos dijiste una y mil veces...

¡Hoy, todos somos Chávez!