Los efectos originados en la conducta del consumidor, persisten en su modus vivendi y la tendencia a adquirir productos, se ha hecho un circulo vicioso, por supuesto, no me refiero a los practicantes del negocio aprovechador ante la escasez y precios regulados llamados “bachaqueros”.
Ahora, del lado de la oferta, la distribución y comercialización tiene igualmente origen y causas, unas conocidas y otras no tantos; particularmente se trata de acciones bien plantadas y planificadas de diverso signo y objetivos. Desde la conspiración y desestabilización hasta de los que vistos los sucesos en señal de acompañamiento y sin fines políticos precisos se aprovechan de las circunstancias y debilidades subyacentes al combate contra la guerra económica.
El ciudadano Presidente designó a Miguel Pérez Abad al frente de una Comisión para que integrara a profesionales y conocedores de la materia a fin de elaborar planes que incidan en la eliminación y/o disminución de la escasez, acaparamiento y precios descontrolados, además de estudiar los niveles de producción nacional y la necesidad de importación donde sea necesario y entendemos perentorio; conozco de colegas incluido quien escribe, quienes nos hemos puesto a la orden sin interés alguno para colaborar en tal tarea, hasta la fecha desconocemos que ha pasado con dicha instancia.
La situación la consideramos preocupante y de no tomar medidas puntuales y urgentes se puede regresar a la situación de principios de enero, se muestran largas colas en recorrido por Los Chaguaramos detectamos éstas, Plaza Automercados y Comercial Dulcinea; en el Plaza del Cafetal, todos los días se observan movimientos no habituales de consumidores venidos de otros lugares, todo luego de ser informados por empleados de este establecimiento.
En fin aún estamos en presencia de la guerra económica continuada y hábilmente instrumentada, con altibajos en su ejecución, pero igualmente haciendo daño a la población venezolana. En realidad creemos que la lucha contra ella, no ha sido digamos, homogénea y persistente; observamos si, incrementos de precios al detal en luncherías, panaderías y restaurantes en una carrera sin parar; consecuencialmente, creemos igualmente que las reuniones sostenidas son saludos a la bandera y poca disposición para acordar precios acordes con costos reales y no artificiales; casos de la carne y la leche son ejemplo de lo que hablamos, no entendemos a ciencia cierta si esto ocurre con el café, que se puede decir que en estos momentos es el rubro más afectado y cuyos despachos se hacen en pequeñas cantidades a supermercados públicos y privados.
Debo decir, que hay propuestas contundentes en resguardo, dado que, se descubrió que algunas anteriores han sido monitoreadas ocasionando mutaciones en el fondo y forma de seguir estableciendo mecanismos que contribuyen a mantener cierta efectividad en sus logros desestabilizadores; ante lo cual, en su momento y por canales institucionales adecuados serán convertidas en materia para derrotar definitivamente la guerra económica que aún persiste, esperamos el interés debido a fin de contribuir a la recuperación de la normalidad económica y la verdad de los verdaderos y reales precios de bienes y servicios; ello incluye por supuesto la materia cambiaria, sin su consideración no se tendría éxito alguno.