Hoy haré el papel del abogado del Diablo, pero en honor a la verdad las declaraciones del magnate de las oleaginosas en en el estado Portuguesa: Nelson Quijada, en la edición del Correo del Orinoco del pasado viernes 19 del presente mes, dieron en la diana. Partiendo que Quijada -como empresario tiene una visión particular- sus afirmaciones hace pensar a más de un escéptico; el hombre dijo que Coposa, Consorcio Oleaginoso Portuguesa Sociedad Anónima, "han aumentado en 20% su producción del 2013 y 2014"; pregunto y el en 2015 no han incrementado la producción. "Tenemos mayoristas a los que antes les entregábamos una gandola cada 15 días y hoy en día le dura dos horas"; primera pregunta, ahí están inmersos las mafias del transporte agrícola o solamente se trata del bachaqueo. "Estamos seguro que una importación masiva de productos de primera necesidad se iría en dos días, porque el problema es que tenemos producto que tienen precios muy bajos con respecto a otros países", segunda pregunta, la corrupción permitirá filtrar esos productos hacia las fronteras con Colombia y las islas antillanas o será que tenemos que volver al sistema económico que produjo el Caracazo en 1989, dolarizando la economía o que la mano del mercado haga lo suyo con nuestra moneda. Digo. El entrevistado habló del comportamiento de la economía informal, que yo llamaría infernal, versus la economía formal, la cual está limitada por las regulaciones del gobierno nacional; en este punto -sin embargo- estoy de acuerdo con Quijada sobre la sinceración de precios: "se debe sincerar el precio, pero nadie se atreve porque es un problema político para quien está en el poder", acá es cuando pienso que la revolución bolivariana no se deteriorará por el aumento de la gasolina o el legado de mi comandante eterno: Hugo Chávez, se perderá por reajustar los programas económicos que adelanta mi presidente Nicolás Maduro, el socialismo por otro lado, sí se perderá sino castigamos ejemplarmente a los corruptos y corruptas; el Ministerio Público debe contar con un equipo para que investigue y sancione tanto a funcionarios públicos de cualquier nivel, como a industriales, comerciantes y actores de la vida nacional que incurran en peculado, contrabando de extracción, acaparamiento y en especial, contra aquellos que induzcan la inflación y la escasez. Pero volviendo a Quijada, él recordó que "nuestra gente iba a Cúcuta a comprar y traía cosas más baratas para acá. En los últimos años todo esto cambió y hoy todo se va hacia allá. Hay mucha gente involucrada en ese contrabando"; se fijan, tercera pregunta, ¿este secreto a voces no toca los intereses del soberano, del poder popular, de aquellos que estaban invisibilizados?. El hombre dijo también que la empresa -Coposa- vende más de tres millones de litros de aceite comestible mensuales y dos toneladas de margarina a los mercados populares de CASA, Dios y cuarta pregunta ¿es que freímos tantas tajadas o empanadas así. El industrial Nelson Quijada, remató la entrevista subrayando dos cosas más, uno: "el dólar a 6,30 es un subsidio generalizado. Ojo el subsidio no es malo, ya que las políticas de mercados populares me parecen buena, al igual que otras. Sin embargo el subsidio debe dirigirse a quienes más lo necesitan. Me explico: cuando subsidias a través de la moneda, subsidias a todo el país, al 100% del país. Subsidias al que vive en el Contry Club como al que vive en un barrio de Caracas. Eso no puede ser. Cuando colocas un producto a 6,30 no logras que el precio del producto no afecte al consumidor, porque hay una cadena en el medio que tiene más capacidad para comprar más y se dedican a revender", se dan cuenta porque digo que hay que reajustar ciertas políticas económicas. Y sobre el segundo aspecto, el industrial cuestionó a "muchos empresarios venezolanos que quieren ganar el 1000% en todos sus productos", bueno que lo reitere él, es un signo positivo para esos "magnates" con corazón de piedra.
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