Nos ha tocado leer fuertes críticas a la revolución bolivariana, a la conducción de Nicolás Maduro, los errores del chavismo, del PSUV, que si la perdida de electores, que la mala conducción de la Asamblea, que las desviaciones del PSUV, que Cabello representa todo el poder, que los Alcaldes, ni los Gobernadores emulan a Chávez , los errores imputables al "fracasado modelo de Chávez, el modelo destructivo", la corrupción de los funcionarios públicos, la desidia oficial, la negligencia de los líderes de la revolución, el relato o la leyenda de la guerra económica, que si la falta de Golpe Timón de Maduro, estas y otras cosas más, se han dicho y difundido para dar acuse del fracaso electoral del pasado 6 de diciembre, pero no se ha sopesado la influencia de los factores opositores, la guerra abiertamente declarada por todos los medios, la mas genuina expresión de la luchas de clases sociales.

Es evidente en estos 17 años los errores políticos opositores en desgastar el chavismo, es decir "El monopolio del uso legítimo de la violencia». En Venezuela la violencia política la ejerce la oposición: golpe de 2002, terrorismo gerencial del Paro de 2002-3, guarimbas, bombas, asesinatos selectivos, masacre de dirigentes campesinos, paramilitares, sabotaje eléctrico, violencia mediática, guerra económica… "según Hernández Montoya, Roberto en su artículo "¿A qué vienen? (Aporrea, 02-01-2016). La discusión política no puede girar en todo caso en torno al fracaso electoral, a los errores del gobierno, ni cuestionando los líderes de la revolución bolivariana, sino en cuanto y en tanto en los resultados de la gestión, de las políticas públicas, de la eficiencia social de las políticas de gestión públicas y la diferenciación de los modelos sociales y económicos y políticos entre capitalismo y socialismo.

Decimos; que La discusión política no puede girar con los opositores en los personajes políticos de la revolución, de si existen deficiencias, que si son corruptos o no, si son inteligentes o burros como acusan, ello representa una cortina de humo, una traba en la discusión, también dentro del chavismo critico la discusión frena al entendimiento humano, debemos discutir la eficacia de las políticas sociales de la revolución bolivariana, la eficacia de las políticas económicas, la eficacia social de las políticas públicas, lo que Javier Biardeau llama citando a "Mészáros- de los logros socialistas es: hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas contribuyen activamente a la constitución y consolidación bien arraigada de un modo sustancialmente democrático, de control social y autogestión general" ("Perdimos 2.568.368 votos desde el 2012 y se borraron ideas de Chávez en el texto del "Golpe de Timón", Aporrea, 02/01/2016). Debemos discutir los modelos económicos y políticos.

¿De qué se trata el problema del debate en torno a las políticas del gobierno? Se trata de la consolidación de un modo democrático de vida, de un modo socialista, de participación y control social, de empoderamiento y autogestión, de fuerzas sociales que asumen la economía y la sociedad, además la política, asumiendo el Estado, las funciones de gobierno, el poder popular en las comunidades, las empresas, las industrias, en el campo, en la ciudad, en un despliegue de fuerzas sociales estimuladas por las políticas públicas del gobierno que garanticen las mayor suma de seguridad social, estabilidad política y bienestar general.

Entonces muchos se desconciertan con los resultados electorales, otros se complacen por justificar sus razones críticas, otros asumen las críticas más duras, sin mirar el horizonte, asumiendo como dice Biardeau, que "la pérdida de una batalla táctica puede dar paso a una derrota estratégica. He allí la gravedad del asunto". Pese a la guerra política que nadie pone en duda librada por la oposición y pasada por alto, por debajo de la alfombra, negando la guerra económica, 17 años del chavismo, y con el logro de 43 de cada 100 venezolanos partidario del chavismo es una gran conquista, un logro electoral, si tomamos en cuenta que antes se desgastaban los partidos políticos del Puntofijismo cada cinco años, ahora el chavismo sostiene un apoyo por más de una década, que llega sin temor a equivocarnos a más del 50% del electorado si no se hubiese dado la presión de guerra económica externa e interna.

No podemos seguir con el haraquiri del chavismo crítico, con la crítica y la autocrítica, debemos asumir la responsabilidad que le corresponde a cada cual, aportar ideas, interpretaciones, reflexiones, y más que eso, acciones concretas, no podemos seguir dándonos golpes de pecho a lo cristiano, puñaladas samaritanas, debemos continuar con las luchas que vienen, a lo hecho pecho, reconocer en la discusiones los logros del chavismo, visibilizar los programas sociales del gobierno, por ejemplo, Fortique José, en un artículo "América Latina: ¿restauración o estancamiento? (publicado en Aporrea, 02-01-2016) señala que para evaluar y "(…) diagnosticar la salud de la democracia en América Latina y el Caribe, es necesario revisar las estadísticas sobre la desigualdad. La democracia liberal basada en consensos, se caracterizó por un fuerte elitismo. La legitimidad obtenida por un sistema monocromático de partidos, terminó desgastándose (la negrita es mía). Lo político como complejidad, no podía ser ordenado siguiendo la reproducción del capital en las mismas condiciones del centro y, dependió de la captación de las renta en base a los recursos naturales. Esta clase dominante, edificó modelos de Estados altamente dependientes del capital transnacional, codificados bajo la exigencia del mercado".

¿Nos preguntamos cómo esa esa salud de la democracia en Venezuela, después del resultado electoral?. Tendemos a juzgar los gobierno o el gobierno por la marcha, por el año en curso, por lo que pasa al día, sin sopesar la gestión en un lapso de tiempo determinado, usualmente desvaloramos la gestión del gobierno por los errores coyunturales, la deslegitimación que resulta de ello, por los beneficios de la renta petrolera, sin detenernos a pensar en la calidad del modelo, la sostenibilidad social, vale decir sin revisar la distribución de los ingresos, la desigualdad social, para medir el esfuerzo de la gestión en alcanzar la igualdad fáctica como decía Bolívar pese a la naturaleza económica que hace desigual a los hombres y mujeres, es decir el capitalismo ensanchando esa brecha social, las desigualdad de condiciones de vida, atribuibles a las fuerzas espontáneas del mercado.

Veamos; "Además de analizar la pobreza por ingresos, la edición 2014 del estudio Panorama social de América Latina 2014 agrega una medición multidimensional que abarca vivienda, servicios básicos, educación, empleo y protección social, y estándar de vida (referido a los ingresos monetarios y la posesión de bienes duraderos). Es decir, se considera que una persona es pobre si tiene carencias en más de una de estas dimensiones. De acuerdo a esto, entre 2005 y 2012 la incidencia de la pobreza multidimensional se redujo en 17 países de la región, de 39% a 28% de la población, cifras similares a las de la pobreza por ingresos. En todos los casos se registraron caídas en esta medición y los mayores descensos se produjeron en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y Venezuela" de acuerdo con Soto Claudia, en "Informe Cepal: Chile es el segundo país con menos pobreza de América Latina después de Uruguay", (26-01-2015).

En La tasa de pobreza de América Latina en 2013 fue de un 28,1% de la población, en tanto que la indigencia, o pobreza extrema, alcanzó el 11,7%. Estos porcentajes equivalen a 165 millones de personas en situación de pobreza, de los cuales 69 millones son personas en situación de pobreza extrema. Venezuela la pobreza se sitúa alrededor del 32,1% y la indigencia en 9,8% para el mismo año, aun cuando la pobreza resulta elevada, la indigencia es una de las menores en América Latina en término del promedio.

Pero si pasamos al análisis del ingreso encontramos situaciones sorpresivas, "A principios de la década de 2000 en la mayoría de los países de la región se inició un proceso de reducción de la desigualdad que aún se mantiene. Entre 2008 y 2013 el índice de Gini promedio cayó aproximadamente un 10%, de 0,542 a 0,486", (Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños 2014) en Venezuela es uno de los países menos desiguales, la riqueza en mejor distribuida, superando a Uruguay y a Chile, inclusive a Colombia, superado solo por República Dominicana, Panamá y Costa Rica.

Estos indicadores nos habla de la gestión política social del chavismo, que no la podemos juzgar por dos o tres años, 2012-2015, sino de acuerdos a las organizaciones internacionales, por parámetros reconocidos por organismos internacionales de la cual no podemos desconocer ni deslegitimar, sin embargo; las democracias de elites, las democracias capitalista tiende a concentrar el ingreso social, a deslegitimar progresivamente las instituciones y socavar las democracias en América Latina estimuladas por el capital transnacional y sus programas neoliberales.

El problema del desarrollo de la democracia social y el desarrollo económico en Venezuela al igual que América Latina pese a "El boom en los precios de las materias primas, permitió a los gobiernos progresistas aumentar la redistribución de la riqueza. Pero en el fondo, la dependencia económica no logró ser resuelta y, el cambio de acreedores no implicó una alteración de las reglas del juego basadas en el capitalismo". Tal cual esgrime José Fortique.

Quiere decir que el problema del modelo de la democracia, es cambiar las reglas del juego del capitalismo, ¿cuáles son esas reglas? El talón de Aquiles de la revolución bolivariana, la revolución productiva, el desarrollo de los medios de producción social, la independencia económica de la clase trabajadora, el desarrollo del país, la base del aprovisionamiento y abastecimiento del pueblo, la verdadera dimensión de que el pueblo salva al pueblo, superar el modelo rentista petrolero, no podemos seguir en tal sentido dándonos golpes de pecho, el mea culpa, debemos seguir adelante, triunfar, triunfar y triunfar, Chávez llego con 3.676.685 para ser exactos en 1999, ahora somos 5.5 millones de chavistas en el 2015, el 43% de la población que voto, significa que el chavismo ha crecido, tenemos esperanza de seguir derrotando a la oposición fascista anti patria venezolana.