Reflexiones ingenuas: "Ay SUNDEE de mis tormentos"

Realmente la capacidad de asombro de los venezolanos se ha perdido. Son tantas vainas que pasan que uno no sale del aturdimiento. Bueno si sale, pero sale cada día más decepcionado con las instituciones públicas, los funcionarios, equipo de gobierno, diputados, concejales, alcaldes, gobernadores, dirigentes políticos y hasta de los "militantes" que dicen estar profundamente comprometidos con el proceso revolucionario.

Hace poco se denunciaba la corrupción que imperaba en los predios del MAT, tanto en Abasto Bicentenario como en otras direcciones. El resultado el desmantelamiento de una red de corrupción que acaparaba, revendía, comercializaba en forma delictiva productos de la Corporación, así como la detención y remoción de funcionarios. Sobre esta red se habían hecho denuncias desde hacía años, pero pareciera que "las denuncias se las lleva el viento". Hay funcionarios que se presume están ligados a la mafia, pero fueron colocados en otros cargos, es decir, premiados. Otros simplemente los destituyeron, nada más. Es decir, impunidad total. Todavía siguen vendiéndose productos en forma delictiva, siguen las colas en los Abastos Bicentenarios, sigue la escasez y la venta fraudulenta en los Agropatria….y pare Ud. de contar.

Desde hace días se han venido haciendo denuncias sobre el maltrato, complicidad, abuso de autoridad por parte de los fiscales del SUNDEE. Hace poco fue detenida una persona con una credencial falsa acreditándola como fiscal del SUNDEE. No se puede generalizar, pero son innumerables las denuncias contra los fiscales del SUNDEE acusándolos de abuso de autoridad (amenaza con detener, impedir compras a personas, maltratar a personas con discapacidad o adultos mayores, damas embarazadas, coartar el derecho a la adquisición de productos a personas con C.I. vencida, a enfrentarse a las autoridades encargadas del orden en los establecimientos comerciales. Igualmente se les acusa de estar en complicidad con los bachaqueros y con los funcionarios policiales corruptos, así como los dueños venales de los establecimientos comerciales para recibir dádivas, comprar preferencialmente y otras "pequeñeces" similares.

No basta con la difícil y enojosa situación que está atravesando el pueblo venezolano, el pueblo honesto que tiene que ausentarse de sus centros de trabajo para poder comprar los productos básicos, tanto de salud, alimentación, así como el de uso diario. De tener que adquirir los productos a precios incomprables por no poder hacer las colas, por no poder estar presente el día que le toca comprar. No basta el enfrentamiento con los "bachaqueros" que agreden física y verbalmente al pueblo, con los policías y funcionarios de la GNB corruptos, con los empleados de los negocios expendedores de productos, sino que los mismos representantes del gobierno, en la figura de fiscales del SUNDEE se encargan de aumentar la dosis de veneno para exacerbar el descontento, la frustración y la desilusión.

Y todo esto a la vista del público, a plena luz del día, sin pena ni vergüenza, al fin y al cabo no los van a castigar, al igual que otros funcionarios similares, que convictos y confesos continúan en sus cargos.

Por omisión también se peca, y todos los que estamos en la obligación de denunciar, de hacer públicas las irregularidades y no lo hacemos, somos tan cómplices como los agentes encargados de desestabilizar, de sabotear, de destruir la revolución.

O sea, no vale sólo acusar a los demás de los errores del gobierno, hay que asumir nuestra responsabilidad. O sea.

Revolucionarios de pie a vencer. Ni un paso atrás


 



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Carlos M. Rodríguez C.

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

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