Compañera ministra de alimentación, Erica Farias. Tengo el honor de dirigirme a usted en la oportunidad de saludarle y hacerle llegar la denuncia siguiente:
La liberación de precios de los artículos de la cesta básica, derivada del paquete de medidas del Fondo Monetario Internacional (FMI) previo a la Revolución Bolivariana y ejecutada por los gobiernos lacayos del imperio, facilito la conformación de “las roscas” causantes de la especulación y el desmantelamiento de la mayor parte de nuestra limitada producción nacional sustituyéndola por la importación de cerca del 80% de productos que podían ser producidos en nuestro país.
Este circulo vicioso y todas sus expresiones encontraron una piedra en el zapato con La Revolución Bolivariana ya que la misma contempla la definición sobre el uso y tenencia de la tierra, para incrementar la producción y con ello garantizar nuestra soberanía alimentaría.
La conspiración golpista de 2002 provoco la profundización de nuestro proceso revolucionario y con esto es creado el ministerio de alimentación.
La política económica de nuestro gobierno le puso el dedo en la llaga a intereses nacionales y foráneos que no escatimaron esfuerzos por derrocar la revolución el 11 de abril de 2002.
El ministerio que usted dirige es uno de los instrumentos fundamentales de la revolución y objetivo conspirativo de los factores golpistas que operan dentro y fuera de su despacho.
Dentro de su despacho lo hacen retardando y saboteando la apertura de nuevos Megamercal como el comisariato de La Salina en Cabimas. Esta apertura no les conviene a comerciantes especuladores dueños de los mercados privados ni a los funcionarios inescrupulosos que desvían los productos al mercado especulativo para quienes pueden comprar al mayor con sobreprecio para su expendio con un costo equivalente a tres veces su costo regulado. Como por ejemplo la azúcar, actualmente en Cabimas el paquete de 900 gramos, nótese que le escamotean cien gramos por kilo, lo están vendiendo en 3000 bolívares, siendo su precio de 800 bolívares; la leche últimamente desaparecida de las bodegas mercal de nuestra ciudad, es vendida en 10000 bolívares y su precio regulado es de 4500 bolívares; el pollo y la carne son vendidos a dueños de restaurantes que ahora son revolucionarios y están haciendo plata con un menú a base de productos de mercal que nosotros no encontramos.
Sumado a esto esta la misteriosa desaparición, ya sistemática, de algunos productos de la cesta básica sujetos a la solicitud de aumento por parte de los ilustres empresarios rentistas de nuestro país.
Fuera de su despacho lo hacen, pensando y haciendo lo difícil y lo imposible por derrocar nuestro gobierno, lo hacen aplicando en mayúscula lo que hacen por dentro.
El nombramiento del General Oropeza me alegro, porque le conocí cuando fui soldado en el 115 BAP José Escolástico Andrade y tengo conciencia de su capacidad organizativa, luego celebre su nombramiento para sustituir al General por su procedencia de la vanguardia del Frente Francisco de Miranda y esto me creo la imagen mental de que los cuadros que fueron formados en Cuba con usted podían cambiar la forma y el fondo de una naciente estructura que no escapa de la reproducción de lo vicios de la cuarta republica.
Pero aunque todavía no estoy conforme con su gestión me permito hacerle las siguientes sugerencias: En todas las regiones, como en el caso de Cabimas, alguien o algunos grupos de poder están jugando al fracaso de la apertura de los nuevo Megamercal como el del comisariato de la salina. Esto hay que intervenirlo y agilizar su apertura. En el caso del desvió y la especulación con los productos de la red mercal, creo y estoy convencido que el burocrático INDECU no tiene capacidad para controlar y fiscalizar tan importante gestión como lo es la seguridad agroalimentaria, por esto le propongo crear una fiscalia social con la formación agresiva y la creación de los comités de consumidores y usuarios dentro de los concejos comunales para que usted vea al pueblo alzado en defensa de su sagrado derecho a la alimentación y por ultimo el estudio violento para eliminar las roscas reproducidas desde los productores hasta el consumidor final, en el centro esta el problema porque hay un precio para la leche a puerta de corral que cuando llega al consumidor final, además de llegar adulterada con agua trae un incremento ilógico que todos pagamos.
Sin otro particular al que hacer referencia me suscribo de usted con la respuesta que diera en un episodio Don Quijote de la Mancha: “antes de cumplir con el arduo trabajo de llevar las armas, hay que obedecer primero al gobierno de las tripas”…
Edwin Martínez Espinoza
Miembro de la brigada antiimperialista
Alfredo Maneiro