Las ciudadanas y ciudadanos de una localidad deben comenzar a tomar conciencia acerca del rol de una alcaldesa o alcalde, porque, realmente, eso nunca ha sido tomado en cuenta por los electores, quienes por lo general, parten de la idea de elegir a un funcionario más, cuando la realidad nos dice que no queremos funcionarios, sino servidores y eso es lo que siempre ha escaseado.
Quizá porque en el pasado, con sinceridad, nadie iba a un proceso electoral para elegir a un servidor público sino para apoyar a un equipo político que ganaba las elecciones presidenciales y que postulaba a alguien para una alcaldía, quizá por eso, ni los partidos ni las personas hacían referencia a las cualidades del cargo que le correspondería ejercer a quien se postulaba para dirigir dicha instancia y resultara electo.
¡Siempre fue uno más del partido de turno designado para un cargo!
Por supuesto que todo cambia cuando quien irrumpe en la arena política es un movimiento revolucionario, el cual viene con las intenciones de transformar todo, eliminar el tono burocrático de una gestión en función de la ciudadanía.
¡Bueno, es la idea!
Se crea entonces, en ese entretanto, todo un proceso político muy mezclado que tiene que ver con los amplios deseos de ejecutar una serie de acciones en beneficio de una mayoría, los indispensables costos de dichas acciones, la planificación, los deseos reales de una población o las llamadas necesidades tangibles de una ciudadanía que aspira a un beneficio y el accionar político del proceso revolucionario que en la interpretación de su misión política tiene una visión sobre la realidad social.
Pero hoy, dado el desarrollo de un dirigido y dinámico proceso revolucionario que va afectando intereses en su ruta hacia el bienestar social, hoy es imprescindible que la ciudadanía profundice mucho más su participación en los gobiernos locales, de modo que se convierta en el acompañante del día -con su visión de la calle- del Alcalde o Alcaldesa que resulte electo, es decir, que el Alcalde se uniforme de servidor público y tenga como asistente a la ciudadanía que debe estar al tanto de lo que ocurre, de lo que sucede en las calles, de modo que no olvide lo que refiere el dirigente de izquierda francés, Jean-Luc Mélenchon, de que es el pueblo el dueño de las calles, quien derribó la monarquía y es el pueblo quien conoce las calles.
