Maldita burocracia

La burocracia o conjunto de actividades y trámites engorrosos que la mayoría de los ciudadanos debe cumplir en diversos ámbitos de la vida pública en casi cualquier parte del planeta, no es algo para nada nuevo en la historia de la humanidad, pero sin duda alguna se complejizó tras el surgimiento de los Estados nacionales y la consolidación del capitalismo. Y hoy día ha llegado a ser un poderoso instrumento de control de la burguesía o clase dominante sobre las masas, que encuentran grandes dificultades hasta para tener acceso a ciertos servicios básicos. Puras trabas burocráticas que fastidian a más no poder a quienes requieren realizar distintos trámites, trabas caracterizadas entre otras cosas por la exigencia de un papeleo exageradamente absurda para realizar algunas actividades y desenvolverse públicamente.

A manera de ejemplo considérese el caso de algunos bancos en Venezuela, en los que para actualizar las cuentas las entidades exigen que se entregue la misma documentación que al momento de aperturarlas. ¿Cómo es eso posible?, ¿qué pretende la dirigencia bancaria nacional con una medida absurda-extremista como esa? Si con eso creen que se minimiza el flujo de dinero proveniente del narcotráfico y de otras actividades ilícitas, entonces están equivocados, considerando que en la realidad sólo se fastidia con la burocracia a los ciudadanos comunes, mientras que los ricos, incluidos los delincuentes de cuello blanco, prácticamente son exonerados, situación que evidentemente favorece el lavado del dinero y la circulación libre de capitales sucios. Venezuela no es un paraíso fiscal tal como Panamá o algunas islas del Caribe, por ejemplo, pero de igual manera ofrece un trato ventajoso a quienes aportan abundantes capitales al sistema bancario, del origen que sea, nacional y foráneo. Burocracia extrema para los pobres pero guante de seda para los poderosos, por lo general delincuentes de élite; al fin y al cabo el Estado no debe obstaculizar el movimiento masivo de la moneda nacional y de las divisas, más aún en el contexto de la crisis económica actual.

Maldita burocracia que tanto j..e al ciudadano común, que día tras día tiene que lidiar con abundante papeleo y controles-situaciones administrativos que no hacen más que limitarlo y desalentarlo. Maldita burocracia que forma parte del aparato opresor del Estado burgués predominante en el mundo, y que hipócrita pero convenientemente se aplica a los pobres-asalariados, mientras que a los poderosos prácticamente les da vía libre para que puedan hacer lo que les venga en gana sin mayores limitaciones en los diversos ámbitos, especialmente en el aspecto económico.



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Rubén Alexis Hernández

Licenciado en Historia, Magíster en Historia de Venezuela. Antiimperialista, izquierdista y ateo

 ruhergeohist@yahoo.com

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