Gorgojo de la corrupción crece y la revolución se debilita

El gorgojo es la plaga más temida en cualquier hogar, porque es una especie de escarabajo que se almacena y nutre de los alimentos guardados en las despensas. Hoy se sabe, además, que posee algunas propiedades curativas, incluyendo el cáncer. En el año 2016 el presidente Nicolás Maduro comparó el síndrome de la corrupción, que ya se detectaba en las redes de Abastos Bicentenario, con este animal, por lo que prometió atacar a los corruptos que se habían burlado del pueblo y creó la "Operación ataque al Gorgojo" por la olla de corrupción que se destapó en este sistema, por el desvío de alimentos en que incurrían para ese entonces algunos funcionarios para bachaquearlos luego en el mercado informal. El gorgojo de la corrupción sigue asediando a la administración pública heredada de la IV República, se intensificó en la V República durante el gobierno del comandante Chávez y ha tenido un crecimiento exponencial en el gobierno de Nicolás Maduro. Recientemente, en virtud de las denuncias formuladas por las irregularidades en el sistema de alimentos CLAP, el presidente obrero fustigó las mismas y reeditó la operación gorgojo contra la corrupción que impera en este sector. Sin embargo, a la severa crisis económica que afecta hoy día a Venezuela producto de las sanciones económicas-financieras, la entrega de los principales activos del país de la derecha nacional al imperio, sus ansias de que nos invadan, entre otros elementos; se le suma el mal manejo y la corrupción en las empresas e instituciones del Estado (como PDVSA); la falta de control y supervisión en las instituciones públicas, el auge de este fenómeno en unas de las instituciones más álgidas del Estado como es la Fuerza Armada Nacional; la falta de compromiso revolucionario de la mayoría de los ministros del gobierno que se inclinan por el florecimiento de una burguesía revolucionaria —incluso su status social burgués es tan descarado que no les da temor de que ser rico es malo—, así como la ausencia de partidos políticos socialistas y de comunas probos, comprometidos con la causa revolucionaria y el legado de Chávez.

El gorgojo de la corrupción no es solamente en el área de los alimentos, el insecto penetró en todos los sectores de la vida nacional, creció hasta en las grandes empresas del país como la POLAR, universidades, hasta en el más humilde campesino que se traslada a la frontera para rebuscarse o sobrevivir con la venta de productos importados, cuyos costos puede darse por la malicia de joder a otro venezolano incrementando de manera exorbitante los artículos, o porque los peajes que cobra la GNB, o los paramilitares, o la guerrilla, le obligan a darle un costo más elevado del original a los mismos. Otro caso más reciente y emblemático se observa en las estaciones de servicio para la adquisición de la gasolina, es del dominio público cómo algunos efectivos de la FANB ya hacen su agosto con los precios del combustible, convirtiéndola de la más barata a la más cara del mundo. Los isleros de las estaciones de servicio también ganan más que un profesional del sector salud o que un profesor universitario por los precios en divisas extranjeras de la gasolina, o por las propinas que le dejan los usuarios, las cuales triplican el salario mínimo. Pero, además, los funcionarios públicos encargados de controlar estas áreas de servicio son tan ineficientes y corruptos que por esto se agudiza la crisis de la gasolina. La falta de sensibilidad humana de todos estos funcionarios y empleados, al igual que la falta de formación socialista, pueden hacer que se genere un caldo de cultivo para una explosión social de grandes precedentes que pueden hacer quebrar el camino de la revolución que ya se debilita a causa de este cáncer que se desarrolla sin control, porque no hay mecanismos efectivos para controlarla. La extracción del café, por ejemplo, no es causa de las mafias colombianas, sino a causa de quien permite que el mismo transcurra libremente hacia el otro lado de la frontera, es decir la GNB. En este sentido, es importante recalcarle al presidente Maduro que el sistema de alimentos CLAP es solo la punta del iceberg de la corrupción que galopa vertiginosamente por todo el país. El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) para el año 2018, (Informe de Corrupción 2018 presentado en la Asamblea Anual de Transparencia Venezuela, publicado recientemente), señala que la corrupción en el país es sistémica y persistente, ubica a Venezuela entre los países más corruptos del mundo, Uruguay y Chile son los menos afectados por este flagelo. Es importante destacar que la directora ejecutiva de esta ONG apoyó y toleró la masacre y el golpe de Estado en Venezuela, un acto corrupto que no tuvo el pronunciamiento por parte de esta ONG. Sin embargo, los datos se recopilan con base a datos de órganos internacionales como el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo y el Foro Económico Mundial, con una escala entre 0 (el más corrupto) y 100 (el menos corrupto).

Ante esta situación el gorgojo de la corrupción crece de manera desproporcional y la revolución se debilita rápidamente, toda vez que estamos ante un Estado débil que se le ha escapado de las manos el control de las instituciones, por la carencia de no aplicar instrumentos con prontitud, rigurosidad, radicales, firmes, sin importar apellidos o uniformes, para combatir la plaga que invadió las estructuras del Estado, ni siquiera hay esperanzas como el gorgojo de curar el cáncer, porque estamos entrando en la fase final de la quimioterapia, solo un milagro podría salvar esta descomposición: la quimera de la consciencia de clase, de la formación socialista con sentido humanista, la defensa del legado del comandante Chávez, la lucha del sueño de Bolívar de lograr la mayor suma de felicidad posible, el máximo bienestar. Es importante acabar con la desidia, la negligencia y la burocracia de la administración pública. Pero también necesario es, urgente es, cambiar todos los ministros que acompañan al presidente Maduro, salir de los impíos que por ineficientes sumergieron al país en este estado de descomposición, esto también es traición. Reducir a la FANB a su mínima expresión de la administración pública, puesto que la conducta impropia de la mayoría de estos funcionarios deshonra a la patria. Rediseñar a través de una campaña informativa continua los valores socialistas, humanos, de honestidad, solidaridad y de cultivar Patria en todos los sectores de la vida nacional. Privar de libertad a personas que incurran en delitos de cualquier índole, especialmente si ocupan cargos públicos. Sancionar desde gobernadores hasta constituyentistas que hayan incurrido en delitos graves como abusos de poder, que apoyen o convaliden actos de corrupción, que por inacción u omisión no denuncie los mismos. A ti camarada que aún te duele que nuestra Patria esté asediada por las fuerzas imperiales, que te causa repulsión que la derecha venda nuestro país en bandeja de plata, pero que más te indigna que aquellos que le dimos la confianza y el voto de hacerlo mejor les digo "si no luchan los de arriba pelearemos los de abajo", no demos más tregua a la traición o de lo contrario vendrán como gorgojos por nosotros y solo tendremos dos vías: o nos inmolamos con el cáncer o implosionamos para salvar la revolución que no debimos dejarla en manos de insectos vividores. Es la hora, es el tiempo de hacer la revolución desde adentro. La verdad nos hará libres.



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Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

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