El espejismo de la economía de casino de Venezuela

La situación socioeconómica de Venezuela, en medio de una tremenda crisis agravada por la pandemia de COVID-19, es cada vez más surrealista. Mientras que la gran mayoría vive en la pobreza y en la miseria, con salarios que no llegan a los 10 dólares mensuales, una minoría disfruta una realidad virtual, viviendo en una grotesca burbuja de abundancia. En este sentido, líderes del Gobierno "revolucionario" y otros personajes de la élite venezolana, creen que la nación suramericana ha experimentado cierto crecimiento en los últimos meses, lo que aparentemente habría mejorado el panorama económico en Venezuela, permitiendo entonces que mejoren los ingresos de los ciudadanos en general.

Pero nada más lejos de la realidad en lo que respecta al arreglo de la situación económica, considerando que el tal crecimiento es más bien insignificante, en un país con un negocio petrolero cuasimoribundo, con unos sectores agropecuarios e industriales (públicos y privados) débiles, donde la corrupción y la ineficiencia campean, y en el que el entreguismo al capital transnacional está a la orden del día. De manera que el relativo crecimiento económico en Venezuela ha sido más un espejismo que algo concreto; ha dependido en buena medida de los ingresos generados por grandes supermercados importadores (bodegones y ‘markets’) y por casinos. En particular los casinos, negocios vinculados históricamente al narcotráfico (lavado de dinero) y a otras actividades ilegales, juegan un papel importante en este contexto:

"La burbuja caraqueña se levanta en el este de la capital para gozo y disfrute de jerarcas chavistas, boliburgueses, militares de alto rango, empresarios afines y beneficiados de la dolarización. Son los "enchufados" de Nicolás Maduro, protagonistas de la Disneylandia revolucionaria, que cuenta con Ferraris, autos de alta gama, casinos socialistas, restaurantes de lujo y los famosos bodegones. Tienen hasta sus marcas favoritas de ropa y su paraíso casi exclusivo a poco más de 100 kilómetros en avioneta: Los Roques (…).

La última gran novedad, de impacto nacional, son los casinos, como el de Las Mercedes o el del Centro Comercial Tamanaco, con cientos de máquinas tragamonedas haciendo las delicias de los que sí tienen buenos fajos de dólares, la inmensa minoría del país.

Y por encima de todos, elevado sobre las alturas, permanece el imponente hotel Humboldt y el primer casino socialista de América Latina, como lo bautizó el propio Maduro. Vigila desde el cielo, en la cima del majestuoso Ávila, el pico de la cordillera que separa a la capital de la costa de La Guaira. El hotel es hoy el sitio favorito de los más adinerados de la revolución para celebrar sus fiestas y para gastar su dinero" https://es-us.noticias.yahoo.com/lujo-chavista-burbuja-caracas-ferraris-100000636.html

Tristemente la economía de casino prevalece en Venezuela, más beneficiosa para los bolsillos de algunos individuos que para lograr un crecimiento como tal. Y mientras unos pocos disfrutan a más no poder en los antros de diversión y viven en la opulencia, el resto de los venezolanos ni alcanza a alimentarse adecuadamente.



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Rubén Alexis Hernández

Licenciado en Historia, Magíster en Historia de Venezuela. Antiimperialista, izquierdista y ateo

 ruhergeohist@yahoo.com

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