Los grupos oposicionistas al proceso bolivariano están poniendo en marcha sus planes de saboteo y desestabilización, con miras a empañar el proceso electoral del próximo 2 de diciembre donde los ciudadanas y ciudadanos de la República Bolivariana de Venezuela estaremos refrendando positivamente el proyecto de reforma de nuestra Carta Magna. Se revela un área muy sensible como la alimentación, cosa que no es nueva en la agresión contra el proceso bolivariano, ya en el paro golpista del 2002-2003 se intento vencer al pueblo con hambre, con el acaparamiento de los rubros de carácter estratégico en la alimentación de los venezolanos.
Esta debilidad trata de ser solventada por la misión Mercal y el Ministerio de Alimentación como política del estado para asegurar y resguardar la soberanía alimentaría de la ciudadanía; este sistema ha sido penetrado por la corrupción o la contrarrevolución en este caso, habiéndose conformado una estructura paralela de comercialización y distribución de los productos CASA, en otras palabras un mercado negro; el cual produce desabastecimiento en la red, encontrándose los puntos de venta Mercal vacíos y carentes de los principales rubros de la cesta básica; contradictoriamente los vendedores ambulantes o buhoneros están totalmente surtidos con los productos de mercal; comercializándolos de manera descarada a precios superiores a los estipulados, generando una ola especulativa y de robo a la ciudadanía, junto al acaparamiento por parte de las grandes cadenas de auto mercados.
Esta estructura actúa impunemente lucrándose con la miseria y el hambre del pueblo, colocando al consumidor en una peligrosa situación de inseguridad alimentaría; la cual es reforzada por una campaña de propaganda, ejecutada por las empresas de comunicación privadas en todas sus modalidades (impresos-radio y TV); dirigida y financiada por los grupos y sectores golpistas, los cuales son asesorados por los laboratorios de guerra sicológica del departamento de estado norteamericano. La contrarrevolución pretende vulnerar la seguridad del país, utilizando sus tentáculos mediáticos y el financiamiento con los dólares provenientes mercado negro del norte y el acaparamiento de los empresarios inescrupulosos.
Los órganos jurisdiccionales del estado se han visto rebasados, por esta mafias delictivas, no hay capacidad de control ni fiscalización y las sanciones son muy tímidas, aun no hay ni un solo acaparador tras las rejas, los operativos del INDECU son mas publicitarios que efectivos, debemos hacer mención especial al Decreto numero 5.197, con rango de ley contra el acaparamiento, especulación y boicot, promulgado por el ciudadano presidente Hugo Chávez, de fecha16-02-2007 el cual fue inmediatamente birlado por los acaparadores cambiando los empaques de los productos CASA, los cuales solo deben ser comercializados en los centros de distribución Mercal.
Ante esta nueva arremetida de la contra revolución, hay que activar el poder constituyente y originario del pueblo, todos los ciudadanas y ciudadanos; somos fiscales de protección al consumidor, esta planteada una gran cruzada contra la especulación y el acaparamiento; todos los Consejos Comunales, los Batallones del PSUV y demás expresiones de la contraloría social, deben declararse en alerta máxima y movilización. Se plantea la realización de operativos y batidas, en todos los mercados y sitios de expendio de alimentos incluidos los Mercal e igualmente buhoneros, dicho procedimiento debe abarcar allanamientos, cierre de comercios y liquidación de los bienes comisados junto con las autoridades, sancionando con todo el peso de la ley a estos criminales y hambreadores.
El Poder Comunal, planteado en la reforma constitucional debe dar una demostración de fuerza y organización, para reiterar en la calle la justeza y pertinencia de su existencia como fuerza de cambio, y en este caso de autoridad; la contra revolución se doblega con fuerza, el cual es el único lenguaje que entienden y esa fuerza la tiene el pueblo…..
