Las acciones del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, acabaron con los calificativos de dictador, tirano, autócrata, que utilizó sistemáticamente la oposición durante nueve años, para atacarlo e intentar pulverizarlo.
Al admitir el presidente Chávez que ganaron el referendo del dos diciembre acerca de la reforma constitucional, comenzaron a quedar sin argumentos para enfrentarlo en la dura batalla que en su contra emprenden por el mundo.
Salieron a la palestra pública con las puñaladas traperas de siempre, diciendo que Chávez cuando supo de su derrota intentó desconocer los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), que le cayó a puñetazos a una pared, rompió una cortina, destruyó un cuadro, se le quiso lanzar a una gandola cargada a toda velocidad en la autopista, en fin, apelaron a los razonamientos más inverosímiles, pero no tuvieron ningún eco, el pueblo los conoce y sabe que su estilo de ataque está sustentado en los golpes bajos.
Luego, el Presidente dicta una amnistía en la que fueron liberados, entre otros, algunos presos vinculados a los sucesos del 11 y 12 de Abril. Aquí la oposición ha tratado de poner en marcha cualquier treta para descalificarlo, pero igualmente fallaron. Este decreto tiene sus especificaciones jurídicas y hay presos que no van pa’l baile, como dicen por ahí.
En medio de tal situación, el comandante se encontraba o se encuentra en ese torbellino que significó el Canje Humanitario, el cual dejó como resultado que se diera con el paradero del niño Emmanuel y la liberación de su mamá, Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo.
Un caso en el que Chávez quiso fungir como mediador y terminó convertido en blanco perfecto de ataques desconsiderados, ejecutados por esos sectores que lo adversan desde Colombia y EEUU en perfecta sintonía con la oposición apátrida de Venezuela.
Pero, ¿Van a seguir diciendo que Chávez es un monstruo, un dictador?, creo que ya cayeron en cuenta de que eso sería seguir gastando pólvora en zamuro. Con esos argumentos no convencen a nadie. Pienso que es imposible que alguien pueda dar mayores muestras de ser un demócrata a carta cabal, que las aportadas por el presidente Chávez.
Por eso, opino que bajaron un poco esos epítetos contra el mandatario, sin embargo, eso no significa que la oposición esté replegada y mucho menos que haya desistido de sus acciones.
Al contrario, actualmente llevan a cabo una operación más peligrosa todavía, porque atacan el estómago de las personas. Se trata del golpe alimentario.
El golpe alimentario que recuerde, comenzó cuando se dispararon los precios de la carne. El gobierno intervino para regularlos, pero al final los carniceros se impusieron. Muy pocos comerciantes se apegan a las leyes.
Seguidamente, comenzaron a desaparecer progresivamente los artículos de la cesta básica. En diciembre le dieron un puntapié a la mesa. Los comerciantes estaban sin control. Cobraban lo que les daba la gana. Actualmente alegan baja producción y no se consigue azúcar, harina precocida y leche, entre otros alimentos.
Lo cierto es que cada día desaparece o se incrementa el precio de un producto nuevo, lo que hace presumir que la oposición continúa de forma sostenida un golpe alimentario suave, pero firme y contundente.
A mi juicio, descubrió un flanco débil, una rendija por donde colarse y aprovecha para bajar la producción y ocasionar una escasez ficticia y luego acusar al Gobierno nacional de ineficiente, haciéndole creer a la población que todo es culpa del presidente Chávez.
Y hablo de escasez ficticia, porque de eso estoy convencido. Sino veamos el caso de la leche. No hay a precio regulado, pero sobra a 35 mil bolívares el kilo o a 35 Bs. F.
De modo, que antes de concluir debe advertirse al Gobierno nacional ejecutar acciones urgentes para controlar la situación, conscientes de que la oposición dirige los ataques a una zona muy noble y sensible de los seres humanos, como lo es el estómago.
*Periodista
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