Todavía las pruebas de los presuntos hechos de corrupción que involucran al gobernador y candidato opositor a la Alcaldía de Maracaibo, Manuel Rosales, no son más que parte de la estrofa de esa gaita que inmortalizó “El Monumental” Ricardo Aguirre el cual dice: “acabaron con la plata y se echaron a reír”, pues los zulianos seguimos esperando que al responsables del supuesto delito le salga el tiro por la culata.
Denuncias van y vienen, a cada momento nos sorprenden con nuevas grabaciones telefónica, sin embargo, preocupa la frialdad conque Rosales evade semejante responsabilidad diciendo con la cara muy lavada, que esas conversaciones son montajes hechos por cubanos en los sótanos de la Disip y ¡ojo! en el Zulia no se descarta que aún haya quien le crea.
Entiendo que se presenten pruebas ante la Fiscalía, la Contraloría, en fin, ante los organismos competentes, cuya veracidad primeramente deben ser comprobadas, pero en mi criterio ya debió de haber un pronunciamiento oficial de los cuerpos de seguridad en torno de la autenticidad de esas comunicaciones, en la que Rosales reparte millonarias cantidades de dinero como si se tratase de caramelos en una fiesta infantil. Creo que el país, por lo menos el CICPC, tiene la tecnología para hacer esas averiguaciones con la premura que requiere el hecho.
Los zulianos esperan investigaciones exhaustivas, a fin de que conozcamos la verdad de tales denuncias que no son cualquier cosa. Esos desbarajustes de dinero enviados por el Gobierno nacional para obras que no se ejecutaron dejaron aparentemente al Zulia como dicen por ahí: en cuatro bloques y ese delito debe requerir de todo el peso de la ley
Pero si se demuestra lo contrario y esa riqueza que Rosales reparte vía telefónica le pertenece tras reunir primero, un poquito del sueldito de maestro y después del salario de alcalde y ahora de gobernador, pienso que en lugar de intentar un juicio en su contra, deben más bien nombrarlo, sino ministro de Finanzas, al menos presidente del Banco Central de Venezuela.
En todo caso, llevar las investigaciones de corrupción administrativa en contra del candidato de Un Nuevo Tiempo hasta el final -sino me falla la memoria-, sentarían un precedente en la historia electoral de este país, porque lo más grave de esta situación es que los políticos nos acostumbraron a situaciones como estas en procesos comiciales y después no pasa nada. Se lo dejan todo al Alzheimer.
La diferencia actual es que el presidente Hugo Chávez empeñó la palabra ante los zulianos y exigió públicamente las investigaciones. Esperemos a ver que pasa y ojalá no tarden mucho, sino, bueno, seguiremos cantando La Grey Zuliana: “Madre mía si el gobierno no ayuda al pueblo zuliano, tendréis que meter la mano y mandarlo pal infierno…”
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