Para la nueva batalla política prevista el próximo mes de febrero del año 2009, motivada por el referéndum aprobatorio de la Enmienda Constitucional que le dará al pueblo más y plenos poderes para reelegir al Comandante Chávez las veces que lo desee, la canalla “venezolana” nos ha mostrado claramente en que consistirá su plan para evitar la Enmienda. La estrategia comunicacional del imperialismo y sus lacayos será la misma de siempre, el desprestigio. Solo que ahora se focalizara aun más en la figura del Presidente Chávez en la intención de mellar su reputación; romper su coraza moral y ética de verdadero revolucionario para así hollar en la credulidad del pueblo y desgarrar los lazos de amor que los unen al líder. Esta maquiavélica estrategia consiste en igualar a la Venezuela Bolivariana con la corrupta Venezuela del pasado “Pacto de Punto Fijo”, y que hoy este mal de la corrupción se ha agravado. ¡Vaya que descaro!
La corrupción, la ineficiencia, la ineficacia y el burocratismo (en el Estado) no son corolario del Socialismo. Son, más bien, engendros propios y naturales del capitalismo y la burguesía. Ellas agencian engordar al "elefante blanco"; a ese viejo Estado burgués que aun subsiste en la revolución y a sus parásitos que viven de ella. Ellos, junto a la corrupción "legalizada" en las mieles del poder de la administración publica; por los vulgares privilegios y comisiones que glorifican y llenan los bolsillos de algunos de “nuestros” cerdos funcionarios públicos, gerentes de altos y estratégicos cargos del Estado colocan, sin lugar duda, en peligro de jaque a nuestra Revolución Bolivariana.
El Comandante Chávez, como integro revolucionario, no ha dudado en reconocer la persistencia de estos males. no existe duda de que los ha afrontado con determinación. La lucha contra estos males han sido desde siempre sus banderas intrínsecas del socialismo. Pero aquí, gracias a nuestra paraplejia política y en nombre de la prostituida "Democracia" les hemos servido a la canalla en “bandeja de plata” de estas nuestras banderas para que con ellas se se sirvan en mancillar la moral y la reputación del Comandante. Veamos como.
De los juicios, antejuicios y aperturas de expedientes por casos de corrupción a personas que en el pasado, y por puro oportunismo, fueron cercanos a la revolución, entre ellos los Gobernadores de Guárico, Yaracuy y Carabobo, de varios Alcaldes y hasta de narcotraficantes como los Makled, etc., los lacayos del imperialismo, a través de sus medios de comunicación, hábilmente, los han utilizardo para machacárselos a la revolución y relacionarlos con la figura presidencial, cuando en realidad todos sabemos que son ellos sus propios demonios; espejos de la burguesía; el cáncer del pasado infectado lo nuevo.
¿Donde esta el PSUV? ¿Por qué su dirigencia no logra ver la importancia de asumir de manera política, y movilizar al pueblo, por estas, nuestras victorias de castigo y cárcel a los corruptos? ¿Por qué permitimos que nuestras banderas y victorias las robe la canalla? ¿Por qué dejamos al comandante solo en esto?