¿Por fin, temblarán los corruptos?

Cada Aló, Presidente es una expectativa. El presidente Hugo Chávez como excelente comunicador, nos tiene acostumbrado a que los domingos seamos sorprendidos con alguna medida, decisión, información, en fin, con algo novedoso, ingenioso y hasta estremecedor.

Así recientemente habló de corrupción, un hecho que había mencionado, pero esta vez exhortó a los organismos competentes a utilizar dentro del marco de las leyes las grabaciones telefónicas y eso indudablemente le puso piquete al asunto, porque creo que no hay corrupto en Venezuela que soporte una averiguación de esta naturaleza.

Por supuesto, los pone a sudar frío si esas investigaciones se hacen con carácter retroactivo. Me explico: con el anuncio del Presidente no creo que de aquí en adelante algún corrupto comente sus triquiñuelas a través del auricular o mediante mensajes de textos, pero tomando en cuenta que anteriormente la legalidad de esas grabaciones no estaban establecidas, creo que muchos se descuidaron y vía telefónica pudieron hablar y dejar rastros de sus delitos.

Eso es fácil para los cuerpos policiales. Sólo bastaría con remitirse a la fecha en que se produjo el hecho de corrupción denunciado y averiguar las llamadas que el acusado hizo en ese período. El problema es que lo hagan, porque uno no deja de preguntarse: ¿Por fin, ahora temblarán los corruptos? Las cárceles están abiertas pero no se ve que entran estos bandidos. El presidente Chávez ha hecho alusión infinidades de veces al respecto, sin embargo, las investigaciones no avanzan con la misma contundencia con la que exige justicia y demanda celeridad a la Fiscalía del Ministerio Público.

Mientras tanto, seguimos con esa piedrita en el zapato que les molesta a las personas cuando quieren calzar el proceso revolucionario. No poseo datos, no manejo encuestas y tampoco tengo una bola de cristal para saber las cifras de indignación que produce esta situación, pero salgo a la calle, me detengo en las esquinas, me reúno con amigos y la visión es la misma. La gente lamentan que el país esté invadido de corruptos, tanto opositores como revolucionarios, y pareciera que para ellos no existiera justicia.

Por eso hay que insistir en que las policías investiguen las llamadas de los señalados por corrupción y al mismo tiempo abra caminos a los que quieren hacer acusaciones responsables y que estas lleguen a los oídos de Chávez sin manipulación. Preocupa que se hable y no haya respuesta, sobre todo cuando lo hace el Presidente. Ya habrá quien piense que estamos como en la IV República y esa comparación es dañina para el proceso revolucionario. No se les olvide que los rojos rojitos deben ser los primeros en dar el ejemplo.


*Periodista


albemor60@hotmail.com


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Alberto Morán*


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