La corrupción judicial: ¿vivita y coleando?

“Las masas humanas más peligrosas son. Aquellas en cuyas venas han sido inyectados el veneno del miedo…Del miedo al cambio”.

Octavio Paz…



Desde el inicio del gobierno bolivariano existió un discurso de que todo iba a cambiar: la forma de hacer política, la manera en el arte de gobernar, una nueva forma en la administración pública, donde las instituciones estarían al servicio del pueblo, blablablá, etc.

Hay un dicho popular que dice “del dicho al hecho hay mucho trecho’’, a veces tiene mucho de ciencia y a la vez de mucha experiencia porque el pueblo es altamente intuitivo, no requiere de un sesudo análisis académico, ni de grandes investigaciones, para entender las cosas, su verbo siempre es directo.

De esta manera si alguien tiene la necesidad de realizar un litigio en el poder judicial, se tropieza con peajes, extorsiones, retardos procesales, papeleo interminable, regrese mañana o sorpresivamente siendo usted inocente y demandante lo más posible, lo consigan culpable, es ahí cuando se afirma que la ‘justicia’ es para los que tienen dinero, los que están en el gobierno y sus amigos, pero jamás para los de abajo. Esto pone al Poder Judicial como institución poco creíble y difícil de confiar a la hora de recurrir a sus servicios.

La corrupción judicial no es nueva, es de vieja data, obedece al sistema imperante, ya que vivimos en una sociedad capitalista donde los valores y principios están contrapuestos con la ética, donde el interés individual está por sobre el colectivo. Las tribus judiciales son más viejas que el viento mismo, siendo una “instancia más” dentro del sistema judicial venezolano. Cuál es el delito de que un juez cambie una medida privativa de libertad, por una sustitutiva cautelar con régimen de presentación, si está dentro de sus atribuciones, autonomía y competencias. Y si el beneficiario de la medida tiene suficiente dinero para obtener su libertad. Todo detenido o procesado anhela su libertad y si tiene que pagar para obtenerla lo hará. El sistema judicial venezolano y sus operadores están hechos para que para que de esta forma se imponga la impunidad.

Esto seguirá así porque la estructura del Estado no ha cambiado. El sistema capitalista sigue mandando y la justicia bajo este sistema es una mercancía que se rige entre el juego de la oferta y de la demanda.

En muchos Tribunales de la Republica, es un cáncer los retardos procesales, cuantos casos civiles, penales, mercantiles, agrarios etc., Están paralizados muchos procesados siguen privados de su libertad, juicios paralizados en abierta violación a los lapsos que indica la ley. A veces no hay el más mínimo interés en aplicar la ley, sino para resolver los casos en forma rápida que den dividendos económicos. Lo que nos lleva a deducir que la justicia como un valor y fin del Estado, en nuestra sociedad, obedecen a las reglas de la sociedad capitalista.

Si examinamos a la Asamblea Nacional, es otro cuento, no hay diferencia con el extinto Congreso Nacional cuestionado y vapuleado, el trapiche, la aplanadora que negaba las propuestas de la izquierda minoritaria de la época (hoy en el gobierno), a las de los gobiernos adeco copeyanos de turno, funcionaba siempre la compra de votos, la conformación de fracciones parlamentarias móviles según los intereses a debatir, la aprobación de leyes y reglamentos entre gallos y media noche, la doble moral cuando se busca aprobar leyes que contradicen el espíritu democrático de la Constitución Bolivariana emulando al pasado, bajo la óptica adulante de que “el Presidente así lo desea”, reafirmando una práctica que el pueblo está cansado y voto para cambiar esta vieja maña y forma perversa de hacer política de la derecha burguesa cuando estuvo en el poder, y que hoy está siendo aplicada por la bancada bolivariana, esta es otra institución de la “Revolución Bolivariana” que va en picada en la aceptación popular por su forma de actuar.

Estos casos desploman la popularidad del gobierno por la prepotencia, el autoritarismo, la corrupción existente en muchas instituciones del estado venezolano, que tienen como beneficiarios algunos altos funcionarios inescrupulosos.


Percasita11@yahoo.es


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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