El presente año, amaneció con el espectro de medidas de tipo económico y financieras en el marco de apuntalar la política económica general del gobierno bolivariano, en dicho contexto y a propósito de los ajustes se estableció un sistema dual en el tipo de cambio bien definidos y cuyo objeto fundamental tiene dos aristas, por una parte establecer las condiciones óptimas para relanzar un programa de sustitución de importaciones y por el otro, incentivar la producción nacional con miras a las exportaciones, ambos conceptos se complementan, lo que introduce un efecto concreto en la recuperación económica.
La economía venezolana y hay que decirlo, transita un período turbulento, sigiloso y encubierto apuntalado por factores empresariales de oposición que buscan desestabilizar a la sociedad en general, el incremento compulsivo recurrente no es otra cosa que introducir elementos distorsionantes en la economía con la participación activa de elementos del comercio y la industria manufacturera en la distribución de alimentos a establecimientos grandes, medianos y pequeños, cuya factura se incrementa en oportunidades hasta semanalmente sin justificación alguna. Es importante destacar que en el comercio y en relación a otros rubros de origen de importación con divisas otorgadas preferencialmente, colocan los productos en el mercado a nivel de dólar paralelo. La especulación como fenómeno social arremete a diario contra el bolsillo de los y las venezolanas, esto no es secreto para nadie, nuestra reflexión de siempre es, no habrá una autoridad nacional bien estructurada que le haga seguimiento permanente profesional a los costos derivados de la actividad económica comercial, el como se permite que ocasionalmente aumenten los precios sin motivos aparentes, un ejemplo concreto son los productos de charcutería y golosinas, se perdió el control o nunca lo ha habido, creemos que la mejor manera de combatir la especulación es esta, además como componente importante de la inflación.
La política económica indudablemente que no está orientada a complacer peticiones de las clases dominantes como ocurrió siempre, por el contrario, no hay grupo económico que meta sus manos ni en su construcción ni en su implementación, lo que es un cambio de primer orden para mantener la independencia de los denominados grupos de poder, no obstante, vemos muchas fallas en el momento de llevar a la práctica políticas parciales como el caso de la agricultura que aparentemente no termina de arrancar a pesar de los esfuerzos, una cosa es desarrollar políticas para el incentivo y otra convertir al estado en arte y parte de las ejecutorias, el orden del día debe ser, convertir a los ejecutantes en entidades autónomas que marquen su propio destino a cuenta y riesgo, bajo el empuje técnico y de políticas del ejecutivo, lo contrario, es decir la injerencia permanente en decisiones y alcances podrían traer resultados famélicos.
Aunque en el equipo que integra el gabinete económico, la presencia de economistas no es evidente en cuanto a las decisiones, entendemos que los hay en los estudios y diagnósticos aún así, conocemos de la capacidad de elaboración de política económica, más aún, si esto viene convenido con el seguimiento de las mismas con la finalidad de detectar desviaciones, es bueno decirlo, estamos en presencia de una política económica de nuevo signo, alejada de los efectos perniciosos de políticas conservadoras del capitalismo en cuanto al gasto social y lo más importante concebida en el marco integral de desarrollo en donde el marco socia es prioritario, he allí el contenido ideológico inmerso en la política económica actual.
En cuanto a las medidas de tipo cambiario, lo único que objetamos es, que debió hacerse al menos a mitad del año 2009 porqué, entre otras razones tenemos que evaluar el inmenso monto de divisas dedicados a las importaciones en oportunidades indiscriminadas, además que el objetivo de traer importaciones a menor costo por el otorgamiento preferencial se convirtió en un boomerang convirtiéndose en uno de los aspectos más significativos del repunte de la inflación y por otro lado, en nuestro concepto, lo que debió dedicarse a la producción interna fue convertido en materia d importación, por supuesto que esto afectó el resultado de la producción de bienes y servicios en la economía y por ende un fuerte impacto en el Producto Interno Bruto.
Ahora bien, en cuanto al impacto de la nueva propuesta cambiaria, repetimos no obstante, debió hacerse en otra época, representó o representa una medida necesaria que contribuirá a equilibrar el mercado cambiario en razón de la racionalidad de la importación de bienes no producidos en el país, amén, que ineluctablemente contribuirá al ejercicio de la utilización de las divisas de manera óptima y abrirá dios mediante un espectro de posibilidades a las empresas nacionales tanto para la sustitución de importaciones como a la posibilidad de producir para la exportación, creemos que esto de igual manera contribuirá a dinamizar la economía y sentar con bases firmes el proceso de apertura de la economía e ir creando el espacio necesario para la independencia del petróleo como eje del ingreso de divisas.
El otro tema que toca lo económico es lo concerniente a las expropiaciones, al respecto es conveniente indicarlo, que en la medida que estas tengan un impacto positivo en los precios al público será de gran ayuda en el combate a la inflación, quizás sea impaciencia de nuestra parte, pero nos preocupa la regencia o administración de los establecimientos expropiados, más aún cuando en el Estado no existe semejante experiencia, o nos preguntamos en manos de quienes estará la administración y manejo de hecho complejo de estos negocios, deseamos que la escogencia de tales directivos se haga con criterio correcto en cuanto al perfil y el compromiso con la revolución bolivariana, decimos esto, porque en empresas nacionalizadas como la Electricidad de Caracas, no se observa esta composición en los recursos humanos, aún permanecen allí en cargos claves funcionarios de la administración privada, es de suponer que al menos uno de los perfiles no se cumpla y esto es bastante delicado para adelantar políticas públicas en esta actividad tan importante como la distribución de la energía eléctrica.
Aunque no es nuestra característica vaticinar sobre hechos futuros en materia económica que como todo hecho social puede arrojar resultados contrarios a lo previsto, es bueno que, digamos algunas cosas con respecto al desempaño económico en el presente año, ya de hecho la realización de un evento electoral tiende a modificar el cuadro de las expectativas, aunado a ello, la arremetida de la oposición en cuyos términos pareciera comenzar a sumergirnos en otra vorágine de inconvenientes contrarrevolucionarios, se torna más complejo indicar un comportamiento normal de la economía, aunque la experiencia nos señala que el rumbo e el correcto, los factores de corrección estarán a la orden del día, en cuanto a la inversión extranjera se garantiza fuertes sumas de inversión en los grandes proyectos petrolíferos y gasíferos, en el cumplimiento de la agenda de convenios bilaterales directamente con países amigos, se podrán dar buenos resultados. Esperemos que lo contemplado como beneficios en la nueva política cambiaria sea el eslabón final para la recuperación económica y con ello se relance el bienestar hacia la población.
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