También dicen que cuando empezaron a crear de la tierra,
cuando brotaron, lo primero que se les vio fue las manos
y al rato empezaron a sembrar maíz
y a cantar todos y hacer arepas y cachapas
y a beber miche y a bailar
y a juntar agua para hacer una quebrada.
Hicieron fogones con una voz de tizón
que les salía por las mismas manos de trabajar y abrazarse.
Douglas Chourio
Decididos a subir una vez más a las frescas montañas larenses, esas que se abrazan a la orografía andina nacional y latinoamericana, y hacen posible el milagro de desconectarnos por varios días de la vida de la ciudad, nos fuimos, como desde hace treinta años se viene haciendo, a la comunidad de Buenos Aires, en pleno Parque Nacional Dinira, en el Municipio Morán del Estado Lara. Buscamos morrales, carpas, cobijas, chaquetas, suéter, gorras, pasamontañas, guitarras, cuatros y demás enseres… y nos enrumbamos a la aventura, a dejarnos tragar deliciosamente por aquellos parajes y a evitar sucumbir al frío intenso.
"La Fiesta de la Escuelita" fue una iniciativa del maestro Douglas Chourio quien, impresionado por aquellos parajes y por sus habitantes, decidió echar ancla allí como docente como un habitante más. Pero a esta iniciativa se va a sumar Rafael Piña, "Piñita", guarda parques de la zona y con los mismos afectos poéticos, ecológicos y pasionales de Douglas Chourio. Ambos deciden hacer al final de cada año un encuentro que permita reunir a niños y niñas de la escuela junto a sus madres, padres y la comunidad en general. En todos los encuentros a los niños y a las niñas se les obsequia ropa y juguetes que llevan quienes deciden acercarse a la fiesta. En estos treinta años han hecho acto de presencia grupos ecológicos, estudiantes universitarios, grupos musicales, cantores, cantoras, agrupaciones teatrales, titiriteros, malabaristas, recreadores, cuenta cuentos, mimos y, por supuesto, la comunidad que obsequia a los visitantes con una suculenta sopa hecha con los productos que se producen en la zona. A lo largo de estos años esta actividad ha venido tomando un espacio importante, tanto así que los caseríos adyacentes se han venido sumando a "La Fiesta de la Escuelita". Ya es un evento referencial por estos días finales de año en esa zona montañosa del estado Lara.
Testimonios orales, fotográficos y audiovisuales sobre "La Fiesta de La Escuelita" hay muchos. Toca ahora darle organicidad, quizás alguna sistematización y evaluar la posibilidad de proponerlo como un patrimonio parroquial, municipal o larense. Pero eso sí, sin ánimos intervencionistas o institucionalistas que algunas veces castran el carácter rico, espontáneo y fraterno de actividades creadas por el pueblo.
