Antes de comenzar este intercambio epistolar, recibe Hugo, un sincero y fraterno saludo revolucionario. Desde un lugar del infinito he decidido escribirte y ayudarte con mis consejas con los duros y críticos momentos que pasé siendo Presidente de los chilenos, teniendo como único aliado al gobierno cubano liderado por mi inefable amigo Fidel Castro. Hugo todo el Continente estaba en contra de la construcción del socialismo que me había empeñado en liderar, incluso Venezuela que se salvaba del gorilismo, me negó ayuda cuando más lo necesitaba, me recuerdo que le pedí petróleo al Presidente Caldera quién me lo negó.
La Unión Soviética, no se decidía del todo en ayudarnos, era muy tibia su solidaridad, en fin Hugo estábamos solos contra el mundo luchando para poder construir lo que soñábamos, además de la oposición internacional, tenía el oposicionismo sicótico interno y unas Fuerza Armada fascista y reaccionaria.
Toda esta introducción que te hago Hugo, es para graficarte con hechos verdaderos la situación difícil que viví y entrar de lleno a la compleja situación que tú estás pasando. Hugo la gran mayoría del pueblo venezolano te acompaña en tu gestión revolucionaria, tienes la gran mayoría del la Fuerza Armada a tu favor, un sinnúmero de países aliados, y privilegiado de ser el país con la mayor reserva certificada petrolífera es decir que puedes enfrentar cualquier acontecimiento antirrevolucionario con cierta holgura por lo mencionado anteriormente.
Desde el lugar que me encuentro que son de las montañas del infinito, hacía y hago voto por el éxito de tu gestión y consolidar lo que no ocurrió con mi gobierno el afianzamiento de la revolución bolivariana que es ejemplo para el Continente y el mundo.
Hugo no sé cuál es el compromiso con José Manuel Santos, pero responsablemente señalo que él y Álvaro Uribe Vélez son caimanes de un mismo charco, sinónimo de anti-socialistas, pro-capitalistas, pro-imperialistas, que no quieren saber nada de justicia social, igualdad y equidad. Hugo en mi gobierno, tomé una decisión revolucionaria de NO EXTRADITAR a compañeros argentinos que sí habían cometido hechos contra las leyes internacionales, pero no titubeé ni un segundo de enviarlos a Cuba, eran unos combatientes que luchaban por la justicia de su pueblo, como tu señalabas en tiempos pasados que los hermanos de las FARC, eran insurgentes y apelabas que se les reconociera como una fuerza revolucionaria beligerante.
Hugo, me adhiero a la petición de los intelectuales: Istvan Meszaros, James Petras, y muchos otros, que reviertas la decisión sobre el canta autor del pueblo Julián Conrado, que el pueblo y Cristo revolucionario te lo agradecerán.
Se despide con un abrazo revolucionario desde las montañas del infinito Salvador Allende Gossens.
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