Se cumplen diez años de tu cruel y vil asesinato, sí camarada Danilo,
hoy quiero, a pesar del tiempo transcurrido, a pesar de los arcanos
pasados, dedicarte en tu recuerdo este mi poema, aquel que te
escribiera, en tu recuerdo, en el mismo lugar y esquina trágica donde
tu vida ofrendaste por la causa del pueblo, causa que siempre fue la
tuya.
Me acuerdo camarada Dnilo, de aquel acto, al que fui invitado de
repente, te rendimos honores, a tu memoria y a tu espíritu de valiente
guerrero de la patria. Llovisnando Cantos y otros compatriotas
reunidos en la esquina de la calle donde te mataron. calle Vargas de
Los Chaguaramos. Fatídico día aquel el de tu muerte, diez años paaron
y aun la justicia, tu justicia que tanto tu buscaste, hgoy tan injusta
para tu crimen, no ha sido capaz de descubrir o de castigar a tus
asesinos. Complicidad , indolencia, o hay involucrados peces gordos
que son aún hoy Top Secret, dicen unos que están en Miami, otros dicen
otras cosas, corren bolas y rumores sobre los que supieron matarte sin
matarte, tu recuerdo está aun vivo entre nosotros. Sin duda que no
actuaron sólos tus asesinos, sin duda hay más cómplices y autores
intelectuales.
Esperamos que el brazo de la historia algún día en labios de algún
arrepentido, antes de entregar su alma a lo eterno, entregue al pueblo
la verdad, los culpables y sus nombres y las razones de tu cobarde
crimen.
Recuerdo aquella esquina aún hoy, y recuerdo cuando leía el poema en
tu memoria Danilo, observe llorando a tres damas vestidas de negro, y
al terminar, una de ellas, se me acercó aún llorando y me preguntó con
estas palabras "señór usted escribió ese poema, le contesté que si, me
respondió esta escrito con mucho sentimiento, de eso se trata le
respondí yo, lo escribió con el alma me respondió. Al preguntarle
quien era me dijo, somos sus hermanas, yo soy abogada como mi hermano,
podría usted darme ese poema, quisiera guardarlo en su recuerdo.
Sentí en mi alma el dolor y la tristeza, lo mismo que sentían
aquellas tres hermanas que vestidas de negro escucharon este poema
con lágrimas en sus ojos y dolor en el alma.
A Danilo
En su memoria
Por. José Juan Requena
Danilo, tu nombre como el de Aníb
Hoy inmortal y para siempre amado
Unido el dolor, a mi tristeza.
Unida la ira, a mi impotencia
Por no haber podido impedir tu asesinato
Arrasan hoy mis ojos, en lágrimas de ira
Te masacran, te asesinan, cobardes, viles
Aquellos que burlaron la justicia
Están aún libres por su crimen.
Te masacró joven Danilo
La impunidad de la justicia
Ella, fue cómplice ciega de tus asesinos
Luchaste sólo, como un coloso
En medio de la arena
Te dejaron morir Danilo, los cobardes
Los que cómplices silenciosos te abandonaron
En tu lucha titánica sin escudos
De que valen ahora mil discursos
Ni hermosas y resplandecientes condecoraciones
Si con ellas no logran regresarte del arcano en vida
Como hijo digno de esta patria.
No podrán las condecoraciones
Ni los mil discursos declamados, realizar
El milagro de Jesús con Lázaro.
Aquella noche, Danilo, aquella noche trágica
Se inmortaliza tu nombre de valiente
De soldado del pueblo y combatiente.
Por eso Danilo, quedamente en silencio
Me recojo en un rincón de mi floresta
A llorar quedamente tu partida
De luchador y valiente justiciero.
El amor hoy acompaña mi impotencia.
Deseo aplicar la mano justiciera
¡De tu justicia!
Aquella que siempre tú buscaste
Al enemigo infame, que cobarde te apaga.
Como la rosa nos brindaste tu alma
Aunque al hacerlo
Te clavaras sus espinas.