El que se mete con el chavismo se seca dijo un buen día el comandante eterno en medio der uno de sus numerosos discursos. Sin duda el tiempo y los hechos nos hacen pensar que esta frase se ha hecho verdad verdadera, realidad tangible y visible en el tiempo.
Para muestra un botón: Obama, y los presidentes de Paraguay, Perú, y muy recién a Rajoy quien encabezaba esta pandilla de malandros.
Sigo pensando que es muy cierto el dicho de “Si quieres paz prepárate para la guerra”. El diálogo es necesario bajo ciertas condiciones, pero emplearlo en las actuales condiciones, puede ser un arma mellada de doble filo. El pueblo está cansado de recibir coñazos de parte de estos heraldos de la derecha golpista. De quedarse siempre con las manos atadas y no responder como se lo merecen estas élites de mercaderes y empresarios que comercian con el hambre y las necesidades de su propio pueblo sin temor ninguno y a plena luz del día.
Diálogos, y más diálogos es la orden del día, por la paz y la convivencia, pero a quienes benefician estos conservatorios, estos acuerdos con la derecha fascista, hasta el presente no al pueblo chavista, que es el que ha pagado y cancelado con miles de peripecias los platos rotos de esta nefasta derecha que, infiltrada en el gobierno, ahora entra a Miraflores sobre alfombras rojas, para estos contubernios de los que el pueblo chavista que votamos por Maduro, nada sabemos, nada se nos consulta. Nos quedamos petrificados cuando por ejemplo en favor de esta paz y convivencia sueltan a presos, no precisamente políticos sino delincuentes que asesinaron con alambres a motorizadas, que incendiaron a compatriotas en fin a los presos de las guarimbas, estamos cansados de esta paz, llamada ahora para colmos convivencia, en la que el pueblo llevamos la peor parte. Han existido innumerables mesas de diálogo con ellos y han sido incluso más escuchados y tomados en cuenta que el propio pueblo que lo apoya, sobre todo con divisas. hoy el rico es mucho más rico y el pobre es mucho más pobre.
La ley sea atropellada por la impunidad disfrazada de diálogo, con la única finalidad de mantener el poder y librar tensiones. Gracias a estos diálogos, los banqueros son los que fijan cuándo y cómo hacer la reconversión monetaria, también deciden que las tasas de intereses tienen que estar en saldo positivo para ellos y no para el pueblo, porque según ellos eso es “demasiado poquito” para sus bolsillos. Pero ya los comerciantes y empresarios le agregaron seis ceros más a los tres que el gobierno piensa quitarle a el Bolívar.
Con diálogos ni convivencias no se gana una guerra, si hubiesen pensado así los 300 espartanos aún estarían vivos, o los que defendieron Stalingrado. También existe la paz en los cementerios, y podemos dialogar con nuestros muertos, causados por estos presos que hoy liberan, nos preguntamos nosotros el pueblo chavista, ¿a cambio de qué? Acaso los banqueros dejaron de llevarse los bolívares a Colombia con las transferencias famosas a Cucuta o Medellín aportados por los comerciantes e industriales a las mafias. Acaso se comprometieron a respetar los precios y no aumentarlos a diario como hoy hacen. Acaso a llenar las despensas y los anaqueles y a incrementar la producción de sus empresas. Nada de esto hemos visto. Pero los presos gozan de libertad así es muy fácil gritar libertad y seguir conspirando contra el chavismo y el presidente Maduro. Además de continuar pidiendo la intervención de fueras extranjeras.
Señor presidente Maduro, apreciado compatriota, yo voté por usted, pero no para que libertará estos “presos bien presos” algunos tienen caras de verdaderos asesinos. No se puede dialogar ni convivir con el enemigo, ni con quienes has asesinado a el Comandante Eterno, al Capitan Otaiza, Robert Serra, al Fiscal Valiente Danilo Anderson, y a muchos otros dirigentes campesinos, obreros, indígenas y comuneros.
