…"esta parte de la población de la República merece las más paternales atenciones del gobierno por haber sido la más vejada, oprimida y degradada durante el despotismo español…" Simón Bolívar. 1820.
En este aprehensivo avatar de la circunstancia de mi país, en este ir, vivir y pensar tensionado de nuestra cotidianidad, tenemos algunos el feliz derrotero de la lectura y, andando en él, se revisan y releen textos estimuladores y dignos como este, publicado por la Biblioteca Ayacucho en el 2004 y escrito por un grande de nuestras letras: Rufino Blanco-Fombona, (1874-1944), titulado Hombres y Libros; libro que sugiero que leamos o releamos en razón inequívoca de su aporte en refresco o actualización de tantas ideas o principios que, sueltos a veces, requieren los ajustes de la fijación. Hay en él, por parte del incisivo y puntilloso Rufino, una breve semblanza biográfica del sufrido y denso escritor paraguayo de origen español Rafael Barrett; en ella nos entera de los desasociegos y penurias que este escritor de altura afrontará antes de su muerte, sin haber llegado a cumplir los cuarenta años. Mas, al inicio del artículo (Un Escritor de España que Resucita en América) Blanco-Fombona nos hace referencia a los conocimientos que él (Rufino) ya poseía de las íngrimas y paupérrimas condiciones de la población indígena americana, tema central y detallado en la literatura de Rafael Barrett; al hacerlo, Rufino emite consideraciones que requieren, tanto como para ser concretamente ilustrativo, como para una precisión necesaria, la eficaz y fiel transcripción:
"La despiadada, la inicua esclavitud del proletario indígena en toda esa infame y cruenta América esclavócrata que blasona de igualitaria, no era un secreto para mí."
"La había presenciado –y combatido– en los cauchales del Orinoco, del Río Negro, del Casiquiare... En todo el Territorio del Amazonas, donde parten límites Venezuela, Colombia y el Brasil."
"Conocía los horrores del Putumayo, en el Perú, llegados a tan horripilante extremo, que provocaron la protesta de Inglaterra, en nombre de la humanidad y la del pontífice de Roma, en nombre de la caridad."
"No ignoraba la destrucción sistemática del indio –proletario o no– en los Estados Unidos y la imitación de tales procedimientos en la Argentina, donde a los arrasadores de rancherías se les titula ‘héroes del desierto.’ "
"…no desconocía que las repúblicas ultraliberales y declamatorias de la América independiente, sin una sola excepción, han sido hasta ahora tan feroces –en el sentido de explotar, envilecer y destruir por exceso de trabajo, de rigor y de injusticia a los proletarios indios, por proletarios y por indios– como los más crueles encomenderos de antaño bajo el rey absoluto."
Uno termina creyendo, a veces, que todo presente, con su antifaz de actualidad y novedad fingida es, en verdad, pretérito; un aleccionador y reiterativo pretérito, urgido de memoria. Más adelante en su escrito, Blanco-Fombona toca el tema comunicacional y divulgativo en su tiempo, cuando se lamenta de la cruenta situación que atravesó tan digno escritor (Barrett) y del soslayamiento intencional del que fue objeto… "En América, donde los más viles o mediocres gacetilleros suelen adinerarse con el editorial ampuloso en que se adula a los mandones o las croniquillas insubstanciales donde se halaga la vanidad de cada país…". Y para coronar la evidente actualidad del artículo que nos regala, Rufino nos deja textual testimonio del magnífico y adelantado ideario de Barrett, cuando, en conferencia con los obreros paraguayos, asienta que: "Donde la mujer no es respetada ni querida, no hay patria, libertad, vigor ni movimiento…" "…Si la abandonais, abandonareis el mundo a la casualidad; y la casualidad no tiene miras…". Tienen, por supuesto, que holgar los comentarios: sin embargo, es sorprendente la espontánea y puntual sustitución que hacemos de: Imperio Español por Imperio Gringo y advirtamos que en esos aspectos sigue estando vigente una de las prioridades de nuestra Revolución Bolivariana: reivindicar y empoderar al aborigen y a la mujer.
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