Ante todo reciba una cordial felicitación con motivo de su promoción a tan alto cargo. Espero que bajo su tutela el Ministerio Público no sólo sea una institución honesta y valiente, sino además dinámica y coherente, como debe ser. En todo caso, experiencia no le falta y ya eso es una ventaja.
De entrada le ruego que a la brevedad organice la policía que investigará a los policías delincuentes. Por favor ordene que inicien sus investigaciones en el estado Nueva Esparta. Aquí la policía estadal está podrida y las otras no huelen nada bien. El gobernador actúa como si estuviera en las nubes y no en unas islas donde el narcotráfico invade todas las poblaciones y categorías sociales bajo el amparo de funcionarios policiales.
En Margarita y Coche tenemos la ventaja de que todos saben lo que hacen los demás.
Los vendedores de drogas, los atracadores, desvalijadores de vehículos, aguantadores y demás delincuentes son ampliamente conocidos, y si no los capturan es porque desde el propio gobernador hasta los policías de menor rango se hacen los locos, si es que no los protegen abiertamente.
Se me ocurre que como usted va a crear una plataforma tecnológica, instrumente una dirección en Internet dedicada expresamente a las denuncias provenientes de Margarita y Coche, de modo que cualquier persona, a sabiendas de que su identidad quedará en el anonimato, pueda aportar datos sobre los policías que matraquean y extorsionan en diversas localidades. Además sería conveniente que a través de dicho buzón o estafeta atiendan denuncias realizadas en otros idiomas, pues muchos turistas extranjeros son objeto de atracos, chantajes o abusos policiales, que no denuncian por temor o por desconocimiento de nuestra lengua.
Le agradezco que tome muy en cuenta la situación de Nueva Esparta pues nuestro "modus vivendi", que es el turismo, está siendo aniquilado por la delincuencia desbordada, la cual sería fácil de controlar si los cuerpos policiales no fueran cómplices de los malandros.
Del peculado ni le hablo, pues es la especialidad de la casa ya que la conchupancia es endémica en esta ínsula donde la probidad se volvió sal y agua.
augusther@cantv.net