Hoy 13 de Abril a propósito de una nueva conmemoración de los históricos sucesos de Abril de 2002 en Venezuela, aun me es difícil digerir la cantidad de eventos que acontecieron esos días y sus posteriores consecuencias, especialmente la actuación de algunos pseudo periodistas que se hicieron de la vista gorda, como se dice, para tratar de ocultar cuanto venia ocurriendo, obedeciendo ordenes de los dueños de medios de comunicación que estaban inmersos en aquel golpe de estado. Hoy por hoy es mucho lo que ha salido a la luz pública, como es el caso de las declaraciones del entonces corresponsal de CNN, Otto Neustald, donde explica que ya muchos de los eventos, estaban preconcebidos e incluso pregrabados, para crear un clima propicio a los planes de la oposición venezolana, es decir, la caída del gobierno de Chávez. Además de esto, la reciente condena a pena máxima de los comisarios implicados en aquellos sucesos, deja sin lugar a dudas la cantidad de argumentos que se han tratado de esgrimir a fin de exculpar no solo a estos, sino a todos aquellos implicados que se han fugado del país, evadiendo su cada vez más posible encarcelación.
También mi objetivo al escribir este articulo, es intentar llamar la atención acerca de la posición que han asumido aquellos venezolanos que se jactan de su titulo de comunicadores sociales, y que hoy, 7 años después, aun permanecen en silencio total en relación a aquellos aciagos días, contraviniendo no solo los principios elementales de ética, moral, objetividad y justicia que deben ser el norte de un profesional en esta área, sino que no me explico, como pueden vivir con su conciencia en paz, sabiendo que han hecho mutis, siendo cómplices además, de hechos graves, donde se perdieron vidas de compatriotas por las apetencias de poder de unos pocos. Pareciera que en esos días, solo unos pocos comunicadores sociales hicieron bien su trabajo, como es el caso de las realizadoras irlandesas Kim Bartley y Donnacha O’Brien, quienes esos días se encontraban en Miraflores trabajando, haciendo seguimiento al gobierno de Chávez, logrando filmar el documental “La Revolución no será televisada”, conocido por todos nosotros, el cual ha sido expuesto a una especie de veto por autoridades de algunos países, atendiendo por supuesto, a intereses de la oposición venezolana, en pos de que el mencionado documental no sea exhibido incluso en festivales de cine. Son estas “evidencias” las que de alguna forma hablan por si mismas de la verdad verdadera de aquellos días. Lo siguiente esta por venir, poco a poco este, nuestro amado país, va tomando el camino a la justicia que tanto anhelamos, apenas comienza a vislumbrarse ese rayo de luz, en este túnel que vamos atravesando. Confiemos que entre todos, lo lograremos!!
Patria, Socialismo o Muerte!!
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