Mayo 29 de 2018.- El personal jubilado del Ministerio Popular de Relaciones Exteriores denuncian, discriminación, maltrato y humillaciones durante las jornadas de entrega de las cajas del CLAP, y declaran que al personal activo si se les hace la entrega de manera organizada.
De acuerdo a lo que reportan varios jubilados, a los funcionarios activos se les hace la entrega de forma inmediata, si acaso tardan cinco minutos en recibir los productos, es mucho; mientras que a los 1600 jubilados y pensionados que son personas de la tercera edad, discapacitados y con problemas de salud no se les garantiza la total entrega de la caja.
Por eso piden que se les respete como personas que han dado un tiempo valioso de su vida al país y que son personas que merecen la debida consideración y por lo tanto un trato humano, que no son animales y que los que hacen este tipo de trabajo deberían tomar un curso de sensibilidad y conciencia para saber tratar a los adultos mayores.
Estos son los hechos que señalan, están violando todos sus derechos:
1.- No está garantizada la entrega de la caja a los 1600 jubilados y pensionados.
2.- Los números son entregados por orden de llegada (por esta razón, algunos se instalan desde la noche anterior), sometiéndonos a una larga y humillante espera, a cielo abierto, durmiendo en cartones a la intemperie, a ratos bajo el sol, haciendo varias colas y como en nuestro caso desde las 6 o 7 de la mañana para luego irnos a las 3 de la tarde... con las manos vacías y una impotencia por la vejación hacia nosotros los ancianos y discapacitados. Luego volver al día siguiente que si corres con suerte te la entregan.
Estos funcionarios que organizan la entrega de las cajas, personal de Alto Nivel, encargados de dicho Programa, se han ensañado con las personas de la tercera edad, demostrando una falta de humanidad y sensibilidad hacia un sector que aportó su conocimiento y sabiduría durante la prestación de sus servicios. Cuando tienen información que en la Contraloría General de la República, entregan, en primer lugar a sus jubilados y pensionados y a todos y cada uno de ellos sin exclusiones y de una manerara amable, respetuosa y considerada, es decir en un ambiente HUMANO.
Por eso hacemos este llamado urgente para acabar con esta nefasta práctica que demuestra perversión y crueldad hacia las personas que mas merecen respeto y consideración dentro de la sociedad.