Las acciones israelíes han desencadenado una catástrofe humanitaria y un juicio en curso por genocidio en el Tribunal Internacional de Justicia.
Más de 20.000 niños palestinos están desaparecidos en Gaza debido al asalto sionista al territorio palestino, muchos de los cuales estarían atrapados bajo los escombros, detenidos, enterrados en tumbas sin nombre o perdidos de sus familias, según denunció el lunes Save the Children.
En un comunicado, la organización con sede en el Reino Unido afirmó que es «casi imposible» recopilar y verificar información en las condiciones actuales en Gaza, donde Israel continúa sus ataques terrestres y aéreos, pero se cree que al menos 17.000 niños no están acompañados y están separados de sus familias y es probable que aproximadamente 4.000 niños estén desaparecidos bajo los escombros, con un número desconocido también en fosas comunes.
«Otros han desaparecido forzosamente, entre ellos un número indeterminado detenidos y trasladados a la fuerza fuera de Gaza, en paradero desconocido para sus familias, entre informes de malos tratos y tortura», afirmó la organización.
«Las familias son torturadas por la incertidumbre sobre el paradero de sus seres queridos. Ningún padre debería tener que excavar entre escombros o fosas comunes para intentar encontrar el cuerpo de su hijo», ha declarado el director regional de Save the Children para Oriente Medio, Jeremy Stoner..
«Ningún niño debería estar solo, desprotegido en una zona de guerra. Ningún niño debe ser detenido ni retenido como rehén», precisó.
El director general de la organización de defensa de los derechos de la infancia Defense for Children International Palestine, Khaled Quzmar, declaró que el impacto que han presenciado en el conflicto de Gaza es de un nivel nunca visto, ni siquiera durante la Segunda Guerra Mundial.
«Es una guerra contra los niños. Los niños de Gaza son el gran coste del genocidio israelí en Gaza», afirmó Quzmar.
Las críticas internacionales han aumentado ante el creciente número de muertos en la guerra, así como el deterioro de la crisis humanitaria.
Sin embargo, el domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró que no aceptaría ningún acuerdo que estipulara el fin de la guerra de Israel contra Gaza.
Israel ha matado a más de 37.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, desde el inicio de la escalada sionista el pasado 7 de octubre.
Las acciones israelíes han desencadenado una catástrofe humanitaria y un juicio en curso por genocidio en el Tribunal Internacional de Justicia.
