Andry José Hernández Romero, un joven de 31 años originario de Venezuela‚ llegó a Estados Unidos buscando un futuro mejor. El 14 de marzo, su sueño se convirtió en pesadilla.
En su deseo de mejorar las condiciones de vida para él y su familia, emprendió su viaje hacia Estados Unidos el 23 de mayo de 2024 e ingresó al país por la frontera de México el 29 de agosto. Ese día, al presentarse a su cita con el CBP ONE en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en California, fue detenido bajo sospechas de pertenecer a una organización criminal.
"Desde el momento en que tuvo su cita, quedó detenido en el centro de migración", señaló su madre, Alexis Romero de Hernández, durante una entrevista con El Nacional.
A pesar de que su familia afirma su inocencia, Andry Hernández fue señalado desde el principio, por sus tatuajes, como un posible miembro de la banda delictiva El Tren de Aragua, catalogada por la administración de Donald Trump como terrorista.
"Se inició un proceso judicial en el que se solicitó a los abogados una serie de documentos: carta de buena conducta, partida de nacimiento, fotografías relacionadas con su trabajo", agregó Romero.
A pesar de cumplir con todos los requisitos exigidos, sus familiares informaron que "permaneció detenido en el centro hasta el viernes 14 de marzo, cuando logró comunicarse con su madre para avisarle que lo trasladarían a otro centro y que sería deportado a Venezuela".
Desde ese momento, sus seres queridos y abogados perdieron todo contacto con él hasta el pasado jueves 20 de marzo, cuando CBS News reveló los nombres de los migrantes venezolanos deportados a El Salvador.
"Nos enteramos a las 5:00 pm del día jueves gracias a la abogada encargada de su caso en Estados Unidos, quien también desconocía su paradero hasta que se publicó ese listado", destacó Romero.
Bofetadas y maltratos
El fotoperiodista de la revista Time, Philip Holsinger, fue testigo de las humillaciones y maltratos que sufrieron Andry y los otros 238 venezolanos que fueron deportados de Estados Unidos a El Salvador, donde de inmediato fueron ingresados a prisión.
Ninguno fue sometido a juicio, ni tuvo derecho de decir algo, al ser deportados bajo la ley de Enemigos Extranjeros que invocó el presidente estadounidense, Donald Trump, quien denuncia que su país vive una "invasión" del Tren de Aragua. Defensores de derechos humanos y abogados cuestionan los criterios con los que las autoridades estadounidenses están determinando que los migrantes pertenecen a esta banda criminal venezolana.
"El ingreso comenzó con bofetadas. Un joven lloraba mientras un guardia lo empujaba al suelo. Dijo: ‘No soy pandillero. Soy gay. Soy barbero’. Le creí. Pero tal vez fue solo porque no parecía lo que esperaba: no era un monstruo tatuado", dijo Holsinger, aludiendo a Andry. Holsinger publicó en Time el artículo "Lo que los venezolanos deportados a El Salvador experimentaron".
En el artículo, narra que "los hombres fueron sacados de los autobuses tan rápido que los guardias no pudieron seguirles el ritmo. Encadenados por los tobillos y las muñecas, tropezaban y caían, y algunos guardias caían al suelo con ellos. Con cada caída llegaba una patada, una bofetada, un empujón. Los guardias agarraban los cuellos y empujaban los cuerpos contra los laterales de los autobuses mientras obligaban a los detenidos a avanzar. No hubo sangre, pero la violencia tenía ritmo, como un teatro del miedo".
Activistas y periodistas se hicieron eco de la historia y publicaron fotos de Andry, rechazando que sea un criminal.
"La primera foto es de un joven venezolano llamado Andry, un maquillador gay de 23 años que fue desaparecido por la administración Trump y recientemente identificado públicamente por primera vez. La semana pasada, fue deportado a una mega prisión salvadoreña sin el debido proceso, sin una audiencia judicial y sin pruebas, basándose únicamente en sospechas de vínculos con pandillas", escribió el activista Joshua Reed Eakle, director ejecutivo de Proyecto Acción Liberal.
¿Qué sabemos de Andry Hernández?
Originario del municipio Camacho en el estado Táchira, Andry Hernández ha estado vinculado desde pequeño a la fundación Reyes Magos de Capacho y a la agrupación teatral Gente Creativa, en donde ha interpretado diversos papeles en obras "Los caminos de Jesús" y "La fiesta de Herodes".
Además, trabajó como estilista y maquillador profesional, labor que le permitió trabajar en 2022 en la serie interactiva y transmedia Pombo Magazine y trabajó en Caracas durante 2023.
Como fiel devoto a sus tradiciones, se tatuó en sus muñecas, una corona como símbolo del legado cultural de Reyes Magos de Capacho. Esta celebración, de 108 años de historia combina la cultura, religión y turismo familiar en el municipio Capacho Nuevo, en el estado Táchira, Venezuela.
Sus familiares afirman que este tatuaje fue la razón por la cual fue detenido y vinculado erróneamente a la banda criminal El Tren de Aragua.
"Durante el proceso judicial, las autoridades también pidieron una explicación del significado del tatuaje en forma de corona que lleva en sus muñecas, las cual es representativa de la fundación Reyes Magos de Capacho a la que ha pertenecido desde niño", explicó su madre.
Verificación exhaustiva: Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que los migrantes venezolanos deportados y encarcelados en El Salvador habían pasado por un proceso "muy riguroso" para verificar su supuesta vinculación con la banda transnacional Tren de Aragua.
"Me informaron que pasaron por un proceso exhaustivo y eso continuará en El Salvador", declaró Trump desde el Despacho Oval y añadió: "Seguiremos con ese proceso (de revisión), sin duda. No queremos cometer ese tipo de error".
El caso de Andry Hernández se suma a una preocupante serie de violaciones de derechos humanos en el marco de la política migratoria del gobierno de Trump, dirigida hacia los venezolanos que han huido, tratando de buscar un mejor futuro debido a la profunda crisis política y económica que enfrenta Venezuela.